17/1/21
UN MUNDO NOS VIGILA
20/12/20
EL CORRIDO DE ANDRÉS LÓPEZ Y EL VAQUERO JOE
El peor escenario para AMLO fue, precisamente, el que sucedió: Biden ganó la elección.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¡Ahora sí, raza! Estamos a un mes de la toma de protesta y nada puede detener lo inevitable: Joe Biden será el próximo presidente del Imperio Yanqui.
En las últimas semanas hemos visto el rotundo fracaso de Donald Trump y sus múltiples intentos por robarse la elección. Fueron decenas de casos llevados ante tribunales (incluyendo a la Suprema Corte) y en ninguno se estableció algún tipo de fraude o incluso algún error que pudiera cambiar el resultado electoral. Al momento de escribir esto, el Colegio Electoral acaba de ratificar el triunfo de los Demócratas. ¡Boom!
Pero si algo queda claro es esto: el partido Republicano ha abandonado todos sus principios democráticos y ahora sólo se empeña en apoyar las tendencias autocráticas de un Calígula desquiciado. ¡Una vergüenza!
Mejor ni hablar de eso. Pasemos mejor al terreno de la especulación: ¿Qué acciones definirán a la presidencia de Joe Biden? En la columna anterior apunté algunas de las victorias diplomáticas que podría realizar en sus primeros días. Si no las recuerdan, ahí les van: Cambio climático (volver al Acuerdo de París; algo que Joe dijo que hará el “primer día”); Salud Global (Regresar a la OMS); Comercio (Reforzar a la OMC); Derechos Humanos (Reintegrarse al Consejo de Derechos Humanos de la ONU); Occidente (Remendar la relación con Europa y Canadá).
En aquél texto quedó pendiente revisar la agenda del vaquero Joe con nuestro México lindo y querido. De esto hablaremos hoy. Así que, sin más demora, a darle que es mole de olla:
Lo primero que debemos entender es que el peor escenario para AMLO fue, precisamente, el que sucedió: Biden ganó la elección.
Esto es sumamente grave para nuestro presidente; porque de acuerdo con Duncan Wood, director del Mexico Institute en el Woodrow Wilson International Center for Scholars, el acuerdo tácito entre Trump y López Obrador era muy simple y completamente transaccional: si México controlaba la migración centroamericana, EUA no se metería en los asuntos mexicanos.
Con la llegada de Biden las cosas cambian drásticamente. Bien dice Wood en entrevista con WPR que Biden es un político “institucionalista”. ¿Qué significa esto? Que a diferencia de la diplomacia “personalista” que define tanto a Trump como a AMLO; Joe buscará crear estructuras institucionales para tratar temáticas bilaterales de importancia; algo evidente durante la administración de Peña Nieto, donde fungió como arquitecto de múltiples diálogos económicos de alto nivel.
De entrada ya tenemos broncas. Porque mientras AMLO seguramente seguirá abogando por una soberanía aislacionista, Biden no estará dispuesto a ignorar los desplantes de Morena o los problemas internos de México.
¿A qué nos lleva esto? Sin duda a una relación repleta de tensión y desconfianza. AMLO hará todo lo posible por mantener la cooperación al mínimo con EUA; mientras que Biden buscará un acercamiento más agresivo.
Wood indica que lo ideal para Biden sería enviar un mensaje enérgico a México desde muy temprano en su presidencia. Aquí deberá plantear las nuevas prioridades de EUA, las cuales ya no se centrarán sólo en el tema migratorio; sino que exigirán cuentas en temas como comercio; el respeto a las inversiones económicas de los gringos; el tráfico de drogas; el crimen organizado; el combate a la corrupción; y acciones para contrarrestar el cambio climático.
¿Cómo se estará preparando la Cancillería para jugar en las Grandes Ligas? Imposible saberlo, aunque seguro la clásica frase de Dorothy ha pasado en algún momento por la mente de AMLO: “Toto, I've got a feeling we are not in Macuspana anymore”.
6/12/20
LA BALADA GLOBAL DEL VAQUERO JOE
El mundo que hereda Biden no es el que dejó en 2016 cuando dejó su chamba en la vicepresidencia. O como dice una frase popular gringa: “We are not in Kansas anymore”.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¡America is back, baby! Al final, todo parece indicar que la necedad de Trump para evitar que Joe Biden pudiera ponerse a chambear fue justo eso, una necedad y un berrinche de un pelado perdedor y miserable.
Que quede claro… todo puede pasar de aquí al 20 de enero. Pero al momento de escribir esto, la General Services Administration ya dio autorización para que la campaña de Biden pueda iniciar formalmente la transición; Joe ya nombró de manera oficial a los primeros miembros de su futuro gabinete; y el Trumpetas aceptó que si pierde el Colegio Electoral, abandonará la Casa Blanca; abriendo la puerta para que en mes y medio, el joven y flamante Biden tome las riendas del poderoso Imperio Yanqui.
Hasta aquí todo bien. Pero bien indica Edward Luce, editor asociado del Financial Times, que el mundo que hereda Biden no es el que dejó en 2016 cuando dejó su chamba en la vicepresidencia. O como dice una frase popular gringa: “We are not in Kansas anymore”.
Porque más allá del daño diplomático y el caos que causó el “America First” de Trump, el tablero global se ha modificado radicalmente en los últimos cuatro años. Luce indica que a diferencia de la Era Obama, ahora el panorama mundial está marcado por la “competencia de grandes potencias”.
Inmediatamente nos vendrá a la mente el conflicto entre los Yankees y China, una potencia cada día menos dispuesta a seguir las pautas del orden internacional. Pero las broncas van más allá de los chinos, pues otros high-rollers regionales (Rusia, Irán y Turquía) también buscan mayor injerencia en el escenario global, casi siempre con intenciones sospechosas, por no decir perversas.
Es inevitable que estos países le causen toda clase de dolores de cabeza a Biden. Pero en vez de caer en el pesimismo, mejor veamos algunas victorias que Joe podría lograr en los primeros días del 2021 sin mucha bronca y para gran alivio de la humanidad. Esta lista es cortesía de Stewart M. Patrick, del Council on Foreign Relations. Pongan atención:
1. Cambio climático: Aunque Trump se salió del Acuerdo de París, Biden fácilmente podría reingresar con una orden ejecutiva, considerando que así fue como Obama se suscribió en su momento. ¡Pan comido!
2. Salud global: Trump también abandonó a la OMS, pero Biden también puede firmar una orden ejecutiva y volverse a meter. Ya entrado en materia, podría abandonar el “nacionalismo” trumpiano y enviar recursos a la iniciativa COVAX, para unirse a 170 países que están buscando vacunas del covid-19 para todo el mundo. ¡Fácil! ¡Next!
3. Comercio global: A diferencia de Trump que inició guerras comerciales con medio mundo (incluido aliados), Biden podría inmediatamente unir fuerzas con otras democracias liberales para actualizar las reglas de la OMC y crear un frente unido para contener a China. ¡Conmadre!
4. Derechos Humanos: De entrada, Biden podría dejar de apapachar a dictadores. Acto seguido, puede volver al Consejo de DD.HH. de la ONU, –por más corrompido que sea este organismo– y trabajar con países afines para que exista rendición de cuentas. ¡Lo que sigue!
5. Occidente: Por último, Biden podría enmendar la relación con Canadá y Europa que Trump dejó por los suelos. Esto es fundamental, pues le guste o no a la gente, los fundamentos más sólidos para un orden internacional abierto sólo pueden lograrse a través de la solidaridad de democracias con intereses comunes. ¡Arre!
Se nos acabó el espacio, así que a la próxima les platico sobre las políticas que podría tomar Joe Biden hacia América Latina y México, un país “aliado” que hasta el momento ni siquiera lo ha felicitado por su victoria. ¡Gulp!
22/11/20
CHURROS SIN VIOLENCIA
Mientras los gringos rechazan la locura populista y una demencial guerra contra las drogas, aquí esperamos superar los 40,000 homicidios este año y nos aferramos a ideas fallidas.
¡El Imperio Yankee renace! ¡Sacude su estupor populista para volver al camino de la decencia y la normalidad!
Obviamente exagero. Donald Trump perdió por 5 millones de votos, pero aún así 72 millones de gringos pensaron adecuado que este hombre despreciable, repugnante y destructivamente inútil gobernara por otros cuatro años. Por fortuna, 77 millones votaron por Biden y la cosa salió medio bien. ¡Pero ojo! Los cantos de sirena populistas y etno-nacionalistas no han desaparecido… digamos que sólo tomaron un descanso.
Dicho lo anterior, propongo dar vuelta a la página de la elección. Para cuando lean esto, ya nada será novedoso o interesante. Así que... ¡A otra cosa mariposa!
Pasemos mejor a un tema poco explorado del 03 de noviembre: ¡A los gringos les encanta la mota! ¡Y qué bueno! Yo siempre he creído que el consumo de sustancias estupefacientes -en dosis responsables y sin dañar a terceros- es una actividad recreativa tan aceptable como cualquier otra; y que el consumo de drogas debe siempre ser tratado como un problema de salud pública y no como parte del sistema criminal.
De ahí mi agradable sorpresa al conocer que más allá de la derrota de Trump, otros cinco estados de la Unión Americana (Nueva Jersey, Arizona, Mississippi, Dakota del Sur y Montana) votaron por legalizar la cannabis medicinal o recreativa. También en Oregón (donde ya era legal la mota) la banda aprobó despenalizar el consumo de TODAS las drogas –la venta sigue siendo ilegal– y aprobó la psilocibina (sustancia activa en los hongos alucinógenos) para tratar problemas mentales. Así, la posesión de cualquier droga en Oregón será tratada como una falta civil y los adictos recibirán ayuda. ¡Viva el Imperio!
¿Por qué es importante esto? Porque con estos 5 estados en las filas de la despenalización, solamente quedarían 6 de los 50 estados en EUA donde la marihuana es totalmente ilegal. ¡6 de 50! O sea, que sólo el 12% de los estados gringos siguen penalizando el consumo de esta planta. O dicho de otra manera, la mota ya está despenalizada en el 88% del territorio yanqui; y el consumo recreativo en el 32% del territorio, incluyendo California, la entidad más poblada.
Todo esto viene al caso, porque en México tuvimos 34,582 asesinatos en 2019 –la cifra anual más alta en 20 años de registros oficiales–; y todo parece indicar que en este 2020 vamos a romper ese récord, demostrando que los hampones no se espantan con un virus.
Me queda claro que no todas estas muertes son atribuibles al narcotráfico, pero podemos aceptar que un alto número sí lo están; y esto sin contar las extorsiones, desapariciones y otras violaciones de derechos humanos que cometen las bandas dedicadas a transportar y vender droga.
Mientras esto sucede, MORENA volvió a presentar (ooootra vez) una iniciativa en el Congreso para crear su Instituto Mexicano de Cannabis, un órgano gubernamental encargado de la distribución y venta de la marihuana. Ahí les encargo qué tan efectivo resultará este plan…
Por si fuera poco, un reporte de la Comisión Global de Política de Drogas del 2019 indica que México es el noveno país con el mayor número de personas encarceladas a nivel mundial (204,000 presos). Y aunque no hay cifras recientes, sabemos que miles de ellos se encuentran presos por posesión o consumo de drogas; un crimen que en el 88% de EUA hoy ya se encuentra en el basurero de la historia.
Así que mientras los gringos rechazan la locura populista y una demencial guerra contra las drogas, aquí esperamos superar los 40,000 homicidios este año y nos aferramos a ideas fallidas.
¿Qué nos diría un ciudadano de Oregon? Yo les digo: “¡Qué mal viaje, carnal!”
9/11/20
UN FINAL DE PELÍCULA
Quedé gratamente sorprendido al encontrarme en The Washington Post un ejercicio imaginativo particular, donde la periodista Maura Judkis entrevista a guionistas reconocidos de la televisión para que aconsejen y orienten al estúpido “escritor” que escribió el guión del 2020
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
No sé cómo fregados le hicimos, pero llegamos (casi todos) a noviembre. Para estas alturas, la mayoría estamos en modo avión... catatónicos, delirantes y esperando que el Cosmos nos otorgue una breve tregua en la recta final del 2020.
Suena trillado, pero me vale: este año parece una mala película de Hollywood. ¡Oh sí! ¡Una pinche tragicomedia de enredos sin pies ni cabeza!
Iniciamos con incendios en Australia; luego la amenaza de guerra entre EUA e Irán; luego el impeachment de Trump; después el Brexit; luego la llegada de las avispas asesinas; una explosión en Líbano; el inicio de la pandemia; las protestas en Hong Kong; el eterno aislamiento; la carrera presidencial del Imperio Yanqui; un sismo de 7.5 grados en Oaxaca y la CDMX (seguro ni se acuerdan); la peor crisis económica en décadas; el precio de petróleo en negativos; las Olimpiadas canceladas; la llegada de Lozoya; los picos falsos de Gatell; incendios en California; la rifa del avión presidencial (sin avión); la captura de Cienfuegos; récord de tormentas en el Atlántico; la elección en EUA…
Por todo esto, quedé gratamente sorprendido al encontrarme en The Washington Post un ejercicio imaginativo muy particular, donde la periodista Maura Judkis entrevista a guionistas reconocidos de la televisión para que aconsejen y orienten al estúpido “escritor” que escribió el guión del 2020.
Aquí algunas de sus respuestas:
Bruce Miller (The Handmaid’s Tale): Con todas las locuras que están sucediendo no tendría idea de qué género sería esta serie. Podría ser una comedia, tragedia, thriller distópico, drama político, drama de hospital, ficción apocalíptica, horror o sátira, o quizás todos mezclados en uno mismo. Lo que tenemos es una trama completamente demencial.
Eli Attie (The West Wing): Yo le diría al guionista: ‘Whoa, dale despacio'. Muéstranos quiénes son las personas, quita cosas de la trama y deja que la historia respire. En un buen guión debes dar a las personas el tiempo para procesar algo complicado. Pero en el 2020 tenemos tantas tramas complejas que es muy difícil entender cualquier cosa.
Angela Kang (The Walking Dead): Suceden demasiadas cosas y luego simplemente desaparecen y no hay seguimiento.
Dan Schofield (The Good Place): No creo que este sea el tipo de narrativa que podríamos esperar en la TV… es demasiada acción. De hecho, el 2020 es incluso peor que un programa malo: por lo menos la mala televisión te ofrece algún tipo de resolución.
Para no quedarnos con puras opiniones de los gringos, hablé con Luli Monsalvo, mexicana reconocida por su producción en la película “Deseo, deseo” (Amazon) y “Conversaciones”, ahora en cines.
Su opinión para el guionista del 2020 es la siguiente: ¿Qué carajos está sucediendo? Drama, comedia, terror, acción y una gran dosis de cine contemplativo. ¡Pausa! Hay innumerables personajes, uno más sacrificable que el siguiente, y aún no se resuelve una importante pregunta: ¿Quién chingados es el héroe? ¿Hay siquiera un héroe? ¡Ojalá sí! ¿Dónde está La Roca cuando lo necesitamos?”
Yo no soy experto en guiones, pero aún así quisiera proponer un final que considero decente para amarrar esta mala serie: Suena la alarma y despiertas. ¿Fue todo un sueño? ¡Sí! ¡Fue un sueño! -Risa nerviosa- Mientras preparas el café, notas a una avispa enorme que choca contra el vidrio de la ventana. El primer trago de café te sabe a papel ‘Ah chinga… ¿Perdí el sentido del olfato y el gusto?’ Prendes las noticias y Trump está siendo inaugurado por segunda vez. ¿Un sueño dentro de un sueño? ¡No! ¡Una pesadilla dentro de una pesadilla! Una avispa gigante entra a la casa. Corte a negro.
26/10/20
SE NOS CUATRAPEÓ EL PLANETA
¡Ahora sí ya valió! Los últimos datos indican que ya nos fregamos irremediablemente al mundo; y de hoy en adelante viviremos en una nueva anormalidad climática.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Escribo esto mientras el huracán Delta se estrella contra las costas de Louisiana; la segunda vez que un tormentón le mete un madrazo a este estado en tan solo mes y medio.
Es casi un hecho que el 2020 será el año con el mayor número de tormentas en el Atlántico desde que hay registros; y es la segunda vez en la historia que nos acabamos el abecedario latino y tenemos que sacar la reserva de letras griegas para nombrar huracanes. La diferencia con el 2005 -el campeón hasta hoy- es que en ese año llegamos a la tormenta “Delta” a finales de noviembre y hoy a principios de octubre.
¿Qué significa esto? La respuesta es muy sencilla: ¡Ya nos fregamos al planeta! Y conste que no lo digo yo. La Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) recién publicó un informe donde indica que en el periodo de 2000-2019 hubo 7,348 desastres naturales, casi el doble de los registrados entre 1980-1999.
¿Quién tiene la culpa? ¡Obviamente nosotros! ¡Los méndigos homosapiens adictos a los hidrocarburos! Bueno, también tienen la culpa nuestros líderes políticos y económicos que se rehúsan a tomar acciones para remediar el problema. Algo que la ONU dice que volverá al planeta en “un infierno inhabitable para millones de personas”. ¡Kataplum!
¿No le quieren creer a la ONU? ¡Perfecto! Un reporte en The New York Times -donde entrevistan a decenas de científicos y otros expertos climáticos- concluye que tras décadas de tomar decisiones erróneas sobre el medio ambiente, el mundo ya entró en un espiral de calamidades imposible de revertir.
Traducción: Hemos pasado el punto de no retorno. Ya ni siquiera debemos preocuparnos por detener el cambio climático, sino adaptarnos a los cataclismos inevitables que se avecinan. Juan Declet-Barreto, científico de la Union of Concerned Scientist lo deja claro: “Es enserio, realmente los efectos son irreversibles”.
Esto nos coloca ante un mundo desconocido. Jonathan Overpeck, científico climático de la Universidad de Michigan, dice que incluso debemos revertir nuestra medición de los eventos climatológicos. “No pensemos que éste ha sido el mes de agosto más caluroso del último siglo”, comenta, “pensemos mejor que es el mes de agosto más templado del siguiente siglo”.
“Calma”, dirán los ingenuos, “¿Que no acabamos de tener el aire más limpio en décadas por el aislamiento? ¡Pues sí! Es real que durante los peores meses de la pandemia vimos reducciones de hasta 17% en emisiones de CO2. Pero durante el verano también detectamos la mayor concentración de carbono en la atmósfera. ¿Cómo es posible esto?
Muy sencillo. Matt McGrath escribe para la BBC: “Las emisiones nos dicen lo que está sucediendo en el suelo, pero son las concentraciones de estos gases en la atmósfera las que marcan la diferencia en las temperaturas globales. Debido a que el CO2 permanece durante siglos, sumar incluso una cantidad reducida aumenta el potencial de calentamiento por todo el gas que se ha acumulado durante décadas.” ¡Ni hablar!
¿Y entonces? ¿Hay remedio? La respuesta sencilla es “más o menos”. Obviamente debemos tomar acciones drásticas para evitar los peores efectos del cambio climático. Reducir la velocidad del calentamiento lo suficiente para mantener algún tipo de control. Porque una cosa es sobrevivir y otra es sobrevivir en el infierno.
Pero siendo realistas, debemos aceptar que ya nos cuatrapeamos al planeta de forma permanente, y que de hoy en adelante viviremos en una nueva anormalidad climática; en una era de cataclismos naturales.
¡Así que abróchense bien sus cinturones! Porque el futuro no viene bravo… ¡Viene bravísimo! ¡Arre pues!
11/10/20
¿Y SI EL GORDO NO SE VA?
Cuando lean esto, estaremos a menos de 25 días de la elección. Y para como van las cosas, todo indica que será un absoluto desastre. Porque más allá del circo, los insultos, los gritos, y un debate calamitoso, la realidad es que sólo existe una cuestión fundamental: ¿Qué ocurrirá si Donald Trump pierde y se niega a conceder?
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
No hay duda que el karma es una perra y en este 2020 parece que la perra tiene rabia. Porque estaba yo muy tranquilo escribiendo esta columna sobre las elecciones gringas, cuando de pronto… ¡ZAZ! ¡Que resulta que el panzón psicópata de la Casa Blanca tiene covid-19! En serio… ¡Pinche año de Leona Vicario!
Al momento de escribir esto Donald Trump aún no se ha petateado (hazme la buena, San Juditas). Así que vamos a suponer que el señor se recupera y que sí habrá elecciones. Bajo ese supuesto, avancemos con la columna.
Cuando lean esto, estaremos a menos de 25 días de la elección. Y para como van las cosas, todo indica que será un absoluto desastre. Porque más allá del circo, los insultos, los gritos, y un debate calamitoso, la realidad es que sólo existe una cuestión fundamental: ¿Qué ocurrirá si Donald Trump pierde y se niega a conceder?
La pregunta no es ociosa. Numerosos analistas ven esto no como posibilidad, sino como un hecho esperando a consumarse. Durante meses, Trump ha promovido diversas teorías de conspiración sobre un inexistente fraude masivo en la votación, particularmente en los votos que serán emitidos por correo. A finales de septiembre, simplemente se negó a comprometerse a una transferencia pacífica del poder si pierde. Durante el primer debate presidencial lo vimos repitiendo su retorcida hipótesis de cómo la elección será un fraude y que no podrá aceptar una derrota.
Barton Gellman en The Atlantic lo deja clarísimo: “No nos confundamos. Trump puede ganar o perder, pero nunca concederá. Bajo ninguna circunstancia”. ¡Así las cosas!
Entonces hagamos otra pregunta clave: ¿Podría Trump negarse a abandonar la Casa Blanca? La respuesta es algo compleja, pero ahí les van algunos hechos:
1. Es casi seguro que el conteo de los votos será un proceso caótico. Esto porque muchos Demócratas votarán por correo, y estas boletas tomarán más tiempo en ser contados. Así que el 03 de noviembre, es probable que Trump parezca que va ganando, solo para que días después llegue una “oleada azul” en favor de Joe Biden y los resultados cambien. Ante esto, Trump se pondrá histérico y dirá que estos votos son fraudulentos. Con este primer berrinche, entraremos de lleno a un oscuro e incierto “interregno”.
2. Gellman predice que en este interregno de 79 días, (entre el 03 de noviembre y el 20 de enero) veremos toda clase de protestas armadas y violencia en las calles. En este caos, Trump podría ordenar a la Guardia Nacional a detener el conteo de votos en estados clave, aumentando la incertidumbre.
3. Otra posibilidad terrorífica es que Trump presione a gobernadores Republicanos con mayoría en sus congresos locales a que detengan el conteo y simplemente elijan a los representantes que irán al Colegio Electoral (donde se define al ganador), logrando efectivamente robarse la elección.
4. ¿Y el Congreso? Es verdad que el Congreso tiene la última palabra para certificar una elección. Pero si los Demócratas no recuperan el Senado entonces será imposible que tengamos una resolución por esta vía. Ambas Cámaras deben certificar al ganador y los Republicanos jamás traicionarán a Trump.
5. Suponiendo entonces que llegamos al 20 de enero y que aún no exista ninguna resolución… ¿Qué pasa entonces? Por desgracia, la Constitución gringa no da instrucciones sobre qué hacer en una crisis electoral. Bien indica Gellman, “en este punto, ya no es una cuestión legal; es una cuestión de poder. Y Trump tiene posesión de la Casa Blanca”. ¿Quién podría obligarlo a abandonarla?
Pero igual y siempre sí se muere el gordo, y entonces nada de esto importa.
¡Todos a rezar!
27/9/20
MÉXICO: UNA PANDEMIA EN SEIS PALABRAS
A continuación les presento el resultado de mi convocatoria para entender la vida mexicana durante la pandemia: una reducida colección de vidas que han buscando expresar el tedio, la tristeza, la tragicomedia y la esperanza en breves enunciados. Con ustedes: Una pandemia mexicana en seis palabras.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿Qué más se puede decir sobre esta pandemia? ¿Qué recovecos siguen sin explorarse en los kilómetros y kilómetros de enunciados escritos sobre infecciones, hospitales, respiradores, muertes, tragedias…?
Quizá en este vasto océano de información nos falte encontrar alguna isla que nos remita a la esencia humana; un pedazo de tierra firme que nos revele la experiencia íntima que han vivido -durante meses- millones de personas sumergidas en el aislamiento, distanciamiento, temor y angustia de esta cuarentena aparententemente interminable.
Surgen entonces algunas preguntas: Si queremos echar luz a la mente de tantas personas... ¿Cómo lograr esto de la mejor manera? ¿Qué método utilizar para capturar estas fotografías íntimas? ¿Cómo penetrar en la privacidad de tantos individuos?
Una manera de hacerlo es seguir el ejemplo de Larry Page, creador de “Six Words Memoirs”; un portal donde cientos de miles de personas han plasmado la esencia de su vida utilizando -como bien indica el título- únicamente seis palabras.
Quizás algunos conocedores recordarán que esta idea surgió originalmente con Ernest Hemingway, quien de forma legendaria ganó una apuesta a un amigo que lo retó a escribir un cuento de seis palabras. El resultado fue conmovedor: “FOR SALE. BABY SHOES. NEVER WORN” (“Vendo zapatos de bebé, sin usar”).
Ahora que vivimos en los Tiempos del Covid, Larry Page decidió enfocar su atención en la vida humana de la pandemia, publicando una breve colección de micro-biografías en The New York Times. Naturalmente, me pareció una idea digna de ser emulada en este espacio.
Así que a continuación les presento el resultado de mi veloz convocatoria para entender la vida mexicana durante la pandemia: una reducida colección de vidas que han buscando expresar el tedio, la tristeza, la tragicomedia y la esperanza en breves enunciados. Con ustedes: Una pandemia mexicana en seis palabras.
“Tuve un hijo, nadie lo vio” - Mónica Vite
“Descubrí que llevaba varios años encerrada” - Elma Cantú
"Información infinita... y nadie sabe nada." - Daniel Morales
“Me convertí en maestra de repente” - Elisa Ramírez
“Mundo de posibilidades; empatía y solidaridad”. - Déborah Martínez
“Chinga’os, ahora veo a Laura Bozzo” - Arturo Maldonado
“Puro Netflix pero sin maldito chill” - Catherine Piquet
“Todavía tengo la vida en cajas” - Fernanda Kuri
“YO YA ESTOY HASTA LA MADRE” - Chiris Jiménez
“Simplificar la vida de manera forzada” - Javier Delgado
“Todos los pinches días intento sobrevivir” - Camila Cantú
“¿Qué es un fin de semana?” - Arturo Borjas
“...y los platos no se acaban” - Ana Laura Herrera
“Ver calendarios todo el (pinche) tiempo”. - David García
“Olvidé los tuppers en la oficina” - Andrés Durán
“La felicidad es estar bien solo” - Fernando Castilla Jr
“Qué bueno que nos casamos antes” - Roby Calderón
“¿Es lunes o martes?... es sábado” - Rolando Sepúlveda
“Las maestras ganan muy poco dinero” - Marisa Treviño
“Aprende a abrazar los cambios inesperados” - Majo Nava
“Sin cheve; hijo nuevo; siempre gordo” - Carlos Pedroza
“Selección natural… y nosotros de aferrados” - Luli Monsalvo
“Fue tormenta, pero duele el naufragio”. - Alejandro Huitrón
“Lo que no mata te fortalece” - Claudia Chávez
“Llaves, celular, cartera... chingada el cubrebocas!!!” - Alex Hernández
“Adiós al beso, hola espacio personal” - Nora Cayfer
“Excelente momento para no tener hijos” - Julie Piquet
Y como gran final, les dejo mi aportación a esta breve colección literaria, inspirado en la historia trágica de Hemingway: “Cambio pantalón: talla 34 por 36”
Así las cosas...
22/9/20
UN VERANO EN MÉXICO: CRONOLOGÍA DE UN DESASTRE
Todos los eventos son reales y ocurrieron en un país llamado México entre el 20 de junio y el 22 de septiembre del año 2020. Son breves destellos de un verano soleado en la llamada “Cuarta Transformación” que actualmente acontece en nuestro territorio.
14/9/20
LA EDUCACIÓN EN EL ESPEJO NEGRO
¡Pinche año de Leona Vicario! ¡Nomás no hay tregua! Y no conforme con los violentos torbellinos de este annus horribilis, ahora el 2020 les propicia un nuevo madrazo a millones de mexicanos: educar a sus hijos a través de las pantallas.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Me robo esta frase de un prestigioso columnista: “¡Pinche año de Leona Vicario!”. ¡Nomás no hay tregua! Y no conforme con los violentos torbellinos de este annus horribilis, ahora el 2020 les propicia un nuevo madrazo a millones de mexicanos: educar a sus hijos a través de las pantallas.
Les adelanto que yo no tengo hijos ni por ustedes los tendré. Pero ignorando mi aversión hacia los infantes, creo que puedo empatizar con los padres de familia que tras meses de encierro con sus criaturas, ahora reciben un ciclo escolar como extensión a su condena.
Primero lo obvio: es innegable que para los chamacos la educación a distancia es la antítesis del ideal deseado. Entre su naturaleza por echar desmadre, su corta capacidad de atención, y la sensación de aislamiento y encierro, los pequeños se enfrentan a una bronca monumental.
A esto sumen la desigualdad tecnológica. El UNICEF indica que son 1,200 millones de niños afectados por los cierres de escuelas en el mundo, y apunta que no todos tienen los mismos recursos para adaptarse a este mundo posmoderno, apuntando que “las desigualdades inherentes en el acceso a las herramientas y a la tecnología podrían agravar la crisis mundial del aprendizaje”. ¡Obviamente!
Pero como bien dicen los clásicos: “¡Es lo que hay!” Así que en vez de quejarnos, veamos cómo podemos mejorar esta situación.
Para desenmarañar este asunto me remito a quien quizás sea el mayor experto de la educación a distancia: Salman Khan. Si no lo conocen, Khan es el creador de la “Khan Academy”, una plataforma que desde hace 12 años promueve la educación en línea a través de cientos de cursos digitales. Khan considera a este modelo como el futuro del aprendizaje, pero acepta que los modelos aplicados apresuradamente por las escuelas presentan serias broncas.
Los siguientes consejos los extraigo de una entrevista con la periodista Heather Kelly en The Washington Post. ¡Pongan atención!
1. Más descanso: La primera observación de Khan es que si los adultos no pueden pasar todo el día viendo pantallas, mucho menos los niños. Por eso recomienda sesiones más cortas de aprendizaje (30 minutos máximo), con más tiempos de descanso. Pero hablamos de descansos reales, como jugar, comer un canapé, etcétera. No se trata de darle medio minuto al chamaco para que vaya al baño.
2. Menos cursos y menos niños: Esto es obvio. Cualquier programa educativo en línea no puede hacer todo lo que hace una escuela física. Khan considera que si de por sí enseñar 6 o 7 clases de 60 minutos durante un día es ridículo, mucho más es querer lograr esto con 30 huercos a través de Zoom. Así que debemos reducir el número de cursos diarios y reducir el número de estudiantes por clase (10 idealmente). Como indica Khan: “Esto es un ganar-ganar. Menos fatiga de pantallas y más atención”.
3. ¡Primero lo básico!: Khan dice que es absurdo querer trasplantar todo el currículum educativo a formato digital. Por eso recomiendo enfocarse en lo básico: lectura, escritura y matemáticas. Si los niños logran progresar aquí, o mínimo no se atrofian, podrán compensar en el futuro todo lo que no aprendieron en otras materias. Pero advierte que si degradan sus conocimientos en estas materias básicas, entonces todo su aprendizaje comenzará a sufrir. “Hay que hacer menos y hacerlo mejor”, aconseja.
Sumado a esto, Khan nos recuerda que si la escuela de tus hijos no aplica estos consejos, sería conveniente negociar cambios al currículum con los directores.
Analizando este despapaye histórico, yo quisiera agregar un último comentario para los padres de familia: ¡Que diosito se apiade de ustedes!
2/9/20
EL FILÓSOFO Y LA EDAD
Vuelvo a las reflexiones de Friedrich Nietzsche para buscar explicar el presente de México y la Cuarta Transformación
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Todo columnista consagrado presume sus credenciales filosóficas para demostrar que puede explicar el presente a través de la visión de los antiguos.
Hace poco leía a nuestro amigo Friedrich Nietzsche y me encontré con su meditación No. 542 de “Aurora: Reflexiones sobre los prejuicios morales” que hoy les presento para su deleite y análisis. ¡Pelen los ojos! Ahí les va una versión resumida de “El filósofo y la edad”:
Nietzsche se arranca diciendo que solemos mostrar una especie de “piedad” ante ciertos ancianos que consideramos viejos pensadores o sabios. Esto –de entrada, dice él– es un error, pues nos volvemos ciegos al “envejecimiento de su espíritu”. Estos viejos se engañarán a su tardía edad con supuestas renovaciones o renacimientos morales, pero en vez de sabiduría, lo único que nos muestran realmente es su cansancio.
¿Qué es lo que causa este envejecimiento del espíritu? Nietzsche lo describe de manera meticulosa. El primer peligro es que lleva a estos pensadores a tener “fe en su propia genialidad”. Creen que tienen derechos de excepción para “hacerse las cosas más fáciles”, decretando en vez de seguir demostrando. Dejan de reexaminar su pensamiento y sólo quieren disfrutar de sus resultados. Para ello, el pensador hará de su obra algo más “comestible y saboreable”; pero terminará por estropearla con “ñoñerías, golosinas, especias, nieblas poéticas y luces místicas añadidas”.
Nietszche menciona otro signo de agotamiento: el envejecimiento de la ambición juvenil. Si antes quiso crear edificios del pensamiento, ahora sólo quiere instituciones que lleven su nombre… Si buscaba auténticos discípulos, verdaderos continuadores de su pensamiento, incluso auténticos rivales, hoy este viejo se consuela con “partidarios decididos, compañeros incondicionales, tropas auxiliares, heraldos, un séquito pomposo”.
Frente al terrible aislamiento en el que vive su espíritu, buscará rodearse de objetos de la veneración, la colectividad, la emoción. Para esto, incluso “inventará una religión, sólo por tener una comunidad. Así vive y se extravía en una proximidad tan lamentable de divagaciones sacerdotales y poéticas”.
Otra característica de estos viejos es que si antes se comparaban con pensadores mayores era para medir su fuerza o debilidad y ganar frialdad y libertad. Hoy sólo se compara con otros pensadores para “emborracharse con la propia vanidad”.
Su conclusión de Nietzsche es fulminante: “Antaño pensaba con confianza en los pensadores futuros: ahora le atormenta no poder ser el último, medita sobre cómo imponer a los hombres, junto con el legado que les hace, una limitación del pensar independiente; teme y maldice su orgullo y la sed de libertad de los espíritus individuales: después de él nadie ha de dar rienda suelta a su intelecto, él mismo quiere ser para siempre el único bastión contra el que las olas del pensar chocan. La dura realidad es que él mismo se ha detenido delante de su sistema de ideas y ha erigido en él su hito, su <<Hasta aquí, y no más allá>>”.
“Al canonizarse a sí mismo se ha extendido su propio certificado de defunción: su espíritu no debe evolucionar más, su tiempo se ha acabado. Cuando quiere hacer de su persona una institución vinculante para la humanidad futura, ha sobrepasado el cenit de su fuerza, está fatigado y muy cerca de su ocaso”.
¡Ay goey! Y vean que Nietzsche hablaba del envejecimiento y cansancio entre pensadores, filósofos y sabios… Pero si se fijan bien, parece que esta descripción queda como anillo al dedo a ciertos personajes prominentes de la vida pública de México. ¿A quién me refiero? ¡Usted elija!
16/8/20
LA DICHOSA VACUNA
Esa versión hollywoodense donde una cura acaba de golpe con una pandemia es imposible que suceda. La vacuna contra el Covid-19 será sólo el final del principio. Si bien nos va, será el principio del final. Pero de ninguna manera se trata del último capítulo en este culebrón.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Hablemos en serio: esta pandemia no terminará pronto, ni siquiera cuando tengamos una vacuna.
Porque quizás ustedes sean de los soñadores que esperan ansiosos la aparición de una vacuna para que todo regrese a la normalidad. Puede que se digan en su soledad: “Si tan solo sobrevivo este aislamiento, llegará por fin la cura y el Cosmos retomará su estructura original”.
¡Ah claro! ¡La dichosa vacuna! Un deux ex machina que nos salvará de la infección y del eterno tedio.
Pues lamento ser el portador de malas noticias: esa versión hollywoodense donde una cura acaba de golpe con la pandemia es imposible que suceda. La vacuna será sólo el final del principio. Si bien nos va, será el principio del final. Pero de ninguna manera se trata del último capítulo en este culebrón.
Les explico tres puntos importantes:
1. El tiempo es dinero. Consideren primero que es imposible saber si una vacuna estará lista para finales de año o inicios del 2021. Hay buenos prospectos y la velocidad del progreso hasta ahora ha sido histórico. Pero dejen les pregunto: ¿Cuántas de las predicciones felices sobre el Covid-19 se han cumplido? A estas alturas del juego ya deberíamos saber que los escenarios optimistas jamás suceden con este pinche virus.
2. Distribución. Pero supongamos que sí obtenemos una vacuna pronto. ¿Y ahora qué? Como indica Carolyn Johnson en The Washington Post: distribuir una vacuna en todo el mundo “tomará meses, o muy probablemente años”. Sumen a esto la enorme presión que caerá sobre las cadenas de distribución y producción en plena crisis económica; agreguen la poca confianza que habrá en amplios sectores de la sociedad; y que esta labor requiere de enorme cooperación global en estos tiempos de ultranacionalismos. ¡Ta’ muy complicado!
3. ¿Y la efectividad, apá? Supongamos ahora que los astros se alinean y que sí tenemos una vacuna y la logramos distribuir sin sobresaltos. ¡Falta considerar la efectividad! ¿A poco la primera vacuna será la mejor de todas? ¡Poco probable! ¿O que afectará igual a toda la población del planeta? ¡Menos probable!
Michael Kinch, de la Washington University de St. Louis lo deja claro: “Si tuviera que adivinar diría que la primera generación de vacunas será muy mediocre”. El Dr. Anthony Fauci -asesor de la Casa Blanca- comentó también que “no es muy probable” tener una vacuna con efectividad cercana al 100%, y que si bien nos va, nos conformemos con una que tenga un 50% o 60% de efectividad. O sea, servirá sólo en la mitad de los casos. ¡Hazme el refavor cabrón!
¿Y entonces? ¿Acaso no hay esperanza? ¿Estamos condenados a una existencia miserable? La respuesta sencilla es “sí y no”.
Es innegable que aún con la dichosa vacuna seguirán las medidas de salud pública durante meses o años; más aún si consideramos que pronto el Covid-19 unirá fuerzas con la influenza estacionaria. Bajo este enfoque el panorama es terrible y ominoso.
¡Pero no te aflijas, temeroso lector! Porque conociendo e internalizando esta realidad puedes comenzar a tomar decisiones correctas. ¿Quieres seguir encerrado en tu casa? ¡Adelante! Estás en tu derecho; aunque ahora sabrás que tu esfuerzo será en vano o durará una eternidad.
Yo tengo una mejor solución: acepto que nos tocaron muy malas cartas en esta partida de poker y que nada podemos hacer para cambiar esto. Pero sí puedo mejorar mi circunstancia. Así que seguiré apostando en este juego idiota, pero rodeado de la gente que amo y estimo; tomando un buen vino tinto en alguna terraza; buscando disfrutar cada momento.
Nos tocó la Ley de Herodes. Así que ustedes decidan: ¿O se chingan o se joden?
2/8/20
LA BALADA DE CALÍGULA Y WINNIE-THE-POOH
Pongamos las cosas claras: cada semana es más evidente que las tensiones entre China y Estados Unidos están llegando a su nivel más agudo desde que normalizaron relaciones en 1978. Mi opinión: hoy se están escribiendo los primeros capítulos de la nueva Guerra Fría entre las dos principales potencias económicas y militares.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Termina julio. Empieza agosto. Y la cosa nomás no mejora. Nuestras penas son conocidas: violencia, desempleo, crisis económica, secuestros, Emilio Lozoya, y el Covid-19… siempre el pinche Covid-19. Mejor ni hablar de esto.
Hoy quiero volver a mi tema predilecto de los últimos meses. No, no es el calentamiento global (ya habrá tiempo para contarles las malas noticias) sino la controvertida relación entre China y Occidente. No exagero al decir que ésta es la temática más importante en el escenario geopolítico actualmente.
Pongamos las cosas claras: cada semana es más evidente que las tensiones entre China y Estados Unidos están llegando a su nivel más agudo desde que normalizaron relaciones en 1978. Mi opinión: hoy se están escribiendo los primeros capítulos de la nueva Guerra Fría entre las dos principales potencias económicas y militares. Ambas con armas nucleares y sumando el 40% del PIB mundial. No son enchiladas...
En mi columna anterior les conté sobre dos crisis: la supresión de libertades en Hong Kong (víctima de una ley de seguridad impuesta por el presidente Xi Jingping) y el genocidio de los uigures en la provincia de Xinjiang (donde se tortura a millones en campos de concentración y esteriliza masivamente a las mujeres)
Pero digan cualquier tema y encontrarán también conflicto: comercio, derechos humanos, tecnología, defensa, ideología... ¡Todo es un desastre!
Así que hoy analicemos los tres frentes más importantes de este conflicto:
1. Guerra comercial: Desde el inicio de su presidencia, Trump acusó a los chinos de ser tramposos y abusivos en materia comercial. Les impuso tarifas en prácticamente todas las importaciones y Beijing respondió con la misma moneda. Así llevamos tres años. Pero en las últimas semanas, el Departamento de Comercio anunció nuevas sanciones contra empresas chinas por la represión de los uigures y se espera EUA prohíba la entrada a cualquier miembro del Partido Comunista Chino (son 92 millones de pelados). A todo esto sumen las tensiones por el colapso económico global a causa del Sars-CoV-2 (otro regalo de los chinos) y resulta evidente que nada bueno saldrá en el corto plazo.
2. La batalla de los consulados: A finales de julio China ordenó cerrar el consulado yanqui en la ciudad Chengdu como respuesta al cierre del consulado chino en Houston, por órdenes gringas. Los estadounidenses alegan que los chinos usaban el consulado de Houston para espiar y robar investigaciones médicas. China niega todo. Se espera una escalada en las tensiones diplomáticas. ¡Qué desastre!
3. El frente británico: Como buen aliado de los gringos, el Reino Unido también le entró al quite. Su primer golpe vino tras el incidente de Hong Kong, cuando ofrecieron 3 millones de visas británicas a sus excolonos para que escapen de la tiranía de Beijing; poco después cancelaron su tratado de extradición con HK. Ya armados de valor, prohibieron la tecnología Huawei en cualquier área del gobierno, cancelando incluso un megacontrato para instalar la red 5G por temores de espionaje.
Estas son las primera escaramuzas en lo que será la temática más importante de esta década. EUA no quiere perder su primacía global y China muestra menos reservas para hacer notar su poder. Con las elecciones gringas a menos de tres meses, sólo podemos esperar más arrebatos chauvinistas por parte de Trump y más represalias de Beijing. Nada bueno saldrá de esto...
Pero más allá de lo anterior, les platico todo esto también por si a alguien necesitaba algo más de qué preocuparse en la segunda mitad del año. Así nos tocó vivir, señores… ¡Viva el 2020!
20/7/20
LA FURIA DEL DRAGÓN
No conformes con haber sido el origen del SARS-CoV-2, hoy China regresa para machacarnos dos problemas enormes: uno muy malo y otro mucho peor.
Y es que en medio de todo el alboroto mundial, resulta que si descuidamos por un segundito a China nos vuelve a armar un despapaye.
No conformes con haber sido el origen del SARS-CoV-2, hoy los chinos regresan para machacarnos dos problemas enormes: uno muy malo y otro mucho peor. Pero vámonos despacio, porque vamos lejos.
Primero lo muy malo: La última vez que les platiqué de China fue para contarles de una nueva ley de seguridad que el gobierno central en Beijing quería imponer a la provincia de Hong Kong. La lógica del presidente Xi Jinping era sencilla: los hongkoneses disfrutan de una serie de libertades que no existen en el resto del país (prensa, justicia, educación) y esto ya no será tolerado. Así que Xi preparó una ley en lo oscurito, se aprobó en el Parlamento a puerta cerrada y el 1 de julio Hong Kong amaneció con un nuevo régimen legal. El resultado: cualquier protesta contra el gobierno será criminalizada. Incluso si ocurre en Internet. ¡Incluso si ocurre fuera de China! Por lo que este artículo sedicioso me convierte en potencial delincuente frente a los comunistas. ¡Qué bueno!
De acuerdo con The Economist, esto representa “uno de los mayores asaltos a una sociedad liberal desde la Segunda Guerra Mundial”. También podemos dar por muerta la noción de “un país, dos sistemas” que subsistió desde 1997, y el estatus de Hong Kong como centro financiero de Asia. ¡Todo un desastre!
Pero aquí no termina la perversidad de Xi. Veamos una situación más trágica que la anterior.
De acuerdo con una investigación de la Associated Press (AP), el gobierno de China ha iniciado una campaña despiadada y sistemática para reducir el número de nacimientos de los uigures y otras minorías en la provincia de Xinjiang, al oeste del país; buscando eliminar por completo su identidad y estilo de vida que no coincide con los lineamientos del régimen central.
¿A qué me refiero exactamente? A la realización de abortos, esterilizaciones y aplicación forazada de anticonceptivos a millones de mujeres; al cobro de altísimas multas por tener más de dos hijos; al encarcelamiento masivo de millones de ciudadanos por violar las reglas impuestas por el gobierno. No estoy siendo hiperbólico. Expertos consultados por AP consideran a estas medidas un “genocidio demográfico”.
La lógica detrás de esta campaña parece ser la destrucción de la cultura uigur en Xinjiang, ya sea reduciendo el número de nacimientos o encarcelando en masa a la ciudadanía para “reeducarlos” a través de trabajos forzados y/o tortura en cientos de campos de concentración.
De acuerdo con cifras de AP, la tasa de natalidad en dos regiones donde predominantemente habitan uigures se colapsaron en más de un 60% entre 2015 y 2018. En toda la provincia de Xinjiang, el descenso ha sido de 24% tan sólo en el 2019, comparado con 4.2% a nivel nacional. El académico Adrian Zenz indica que “esta caída no tiene precedentes… hay un elemento de crueldad en todo esto”.
Joanne Smith Finley, de la Newcastle University del Reino Unido va un paso más lejos: “Es genocidio, punto final. No es un genocidio inmediato, impactante, de asesinatos masivos, pero sí es un genocidio lento, doloroso y progresivo".
Así las cosas: el régimen de Xi Jinping ha resultado ser no sólo autoritario y represivo, sino el responsable del primer gran genocidio del siglo XXI.
Dato curioso: Xinjiang significa “Nueva Frontera” en mandarín. Resulta perversamente irónico que aquí haya decidido Xi trazar su nueva frontera de terror.