¿Cómo llegamos a la presente polarización y desesperanza? ¿Cómo arribamos a esta misantropía en un mundo desgarrado por turbulencia? Para descubrir esto y más, debemos hacer un viaje al pasado y revisitar los eventos más relevantes de la historia reciente. ¡Avancemos!
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿Ya se dieron cuenta? ¡Estamos en la tercera década de siglo XXI! Momento perfecto para reflexionar sobre el tiempo pasado y perdido, porque... ¡qué congal armamos en los últimos 10 años!
¿Se acuerdan del inicio de la década anterior? Éramos solo unos niños saliendo de una burbuja rosa de ilusión y esperanza. Barack Obama se estrenaba como presidente y creímos que habría armonía racial en EUA (sí, como no); Xi Jinping era otro chino anónimo entre los 1,200 millones de aquel país; la raza presumía su Iphone 3 y Steve Jobs seguía vivo; y en México sufrimos los estragos de la misteriosa AH1N1 (AHLNL, para la maestra Gordillo). ¡Días de inocencia ahora perdida!
¿Qué pasó entonces? ¿Cómo llegamos a la presente polarización y desesperanza? ¿Cómo arribamos a esta misantropía en un mundo desgarrado por turbulencia?
Para descubrir esto y más, debemos hacer un viaje al pasado y revisitar los eventos más relevantes de la historia reciente. ¡Avancemos!
1. ¡Es la economía, estúpido! Imposible separar a la última década de los efectos globales que causó la crisis económica del 2008. Los Millennials fueron los más afectados, y probablemente se revierta la promesa del siglo XX, donde cada generación vivía mejor que la anterior. Hoy, la economía de mercado tiene una crisis de identidad y de marca, y con esto se erosionan también las bases de la democracia liberal. ¡Aguas!
2. ¡Y también el cambio climático! Junto con la crisis del capitalismo se exacerbó la del medio ambiente. Ya sabíamos que las cosas iban mal con el calentamiento global, pero nos hicimos güeyes y no actuamos. En los últimos años, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y otros organismos de prestigio global dejaron claro que si no reaccionamos ahora -o más bien, ayer- veremos serios problemas para el 2030. ¡El tiempo está corriendo!
3. ¡Ave Imperator! También tuvimos una clara señal de un cambio de guardia en la geopolítica global. El momento fue en marzo del 2018, cuando el Partido Popular de China decidió permitir la reelección infinita del presidente Xi Jinping. Como emperador vitalicio de la segunda potencia económica, podemos esperar mayor confrontación entre China y el orden liberal de Occidente.
4. ¡Power to the women! Quién sabe en qué oleada andemos del feminismo, pero en los últimos 10 años vimos un tsunami de indignación, rabia y furia de las mujeres a nivel global. Sin importar el motivo de su ira, tienen toda la razón para estar encabritadas. ¡Fuerza, damas!
5. El fin de la privacidad. En una palabra: Facebook. Porque igual y no recuerdan, pero en 2009 Facebook era todavía una empresa algo desconocida, con poco más de 300 millones de usuarios. Hoy controla Whatsapp, Instagram y un montón de aplicaciones de uso diario. Pero la bronca de la privacidad sobrepasa a Facebook. La evolución tecnológica nos superó en los últimos 10 años, y nos deja huérfanos para entender las ramificaciones de estar conectados 24 horas al día al Internet. ¡Y viene peor!
Todo lo anterior explica parte del desastre en el que estamos metidos. Pero yo quiero proponer una hipótesis más simple: la estupidez. Porque desde que Troya dejó entrar al sospechoso caballo a su ciudad, la humanidad ha tomado terribles decisiones que acaban en catástrofe. Ayer fueron caballos de madera y hoy son la destrucción del medio ambiente y la elección de Trump y Boris.
Frente a esto, vale mantener cerca la frase atribuida a Einstein en esta nueva década: “Sólo dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera”.
¡Feliz 2020!
Publicado originalmente en Vértigo