TERRORISMO Y EL AUGE DE LA ULTRA-DERECHA EN EUROPA
Fecha de transmisión original: 26/03/2016
La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos
(11:00 Hrs a 13:00 Hrs por AzNoticias, de TV Azteca)
TODOS HEMOS VISTO LAS HORRIBLES IMÁGENES DE LOS ATAQUES EN BRUSELAS. ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR PARA EUROPA EN EL CORTO PLAZO?
Desgraciadamente Brenda, nada bueno puede salir de estos ataques. Ya hemos visto que después de un ataque terrorista, los gobiernos suelen sobre reaccionar de la peor manera; en una dizque “búsqueda de seguridad” para su población. Si recuerdas el caso de Francia, después de los ataques del 13 de noviembre el presidente François Hollande incluso llegó a declarar un Estado de Emergencia en todo su país.
Y esto es un GRAN problema para toda Europa. Porque el miedo es el peor catalizador para el surgimiento de gobiernos autoritarios o para el atropello de las libertades civiles. Ya hemos visto como la supuesta integración política de Europa se ha resquebrajado con la enorme crisis de migrantes, de la cual ya hemos hablado aquí en La Diplomática. Esto ha llevado a países a cerrar sus fronteras (todos los países en los Balcanes), realizar redadas arbitrarias contra musulmanes (Francia), y detener a personas por la simple sospecha de ser terroristas (también en Francia). Hay que tener mucho cuidado con este tipo de reacciones; porque en la búsqueda de seguridad, terminan los gobiernos por pisar los derechos humanos de las personas.
También, estos ataques en Bruselas le inyectan nueva energía a todas esas fuerzas de extrema derecha, caracterizadas por su xenofobia y racismo en contra de los musulmanes que supuestamente “invaden” al territorio Europeo. Una actitud que no tarda mucho en explotar en violencia directa en contra de los musulmanes.
La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea con Vaitiare Mateos"
(11:00 Hrs a 13:00 Hrs por AzNoticias, de TV Azteca)
CON LOS ACONTECIMIENTOS DE LAS ÚLTIMOS SEMANAS, PARECERÍA QUE BRASIL SE ENCUENTRA EN UNA ESPIRAL DE CAOS. ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO?
Pues de hecho sí… Brasil está pasando por uno de sus peores momentos en décadas; y a la pobre presidenta Dilma Rousseff le está tocando lo peor de todos los mundos. El problema en Brasil se divide en dos partes: la controversia política y la controversia económica. Para no hacernos bolas, vamos por partes.
Empecemos con la polémica política: Desde hace dos años y medio, el sistema Judicial de Brasil ha estado investigando una red de corrupción que implica a muchos miembros del gobierno federal y la clase empresarial brasileña. En el centro de toda la corrupción se encuentra Petrobras, la empresa petrolera de Brasil. Hasta ahora, más de 480 personas han sido arrestadas, algunos recibiendo más de 20 años en prisión.
De acuerdo con la justicia brasileña, altos miembros del gobierno tomaron recursos de Petrobras para dar sobornos, tapar agujeros en el presupuesto federal cuando faltaba dinero, e incluso para apoyar campañas políticas como la reelección de Dilma en el 2014.
Dilma ha negado que ella tenga algo que ver con todo esto, pero al congreso brasileño le ha importado un carajo, y busca destituirla de la presidencia (un proceso conocido como impeachment) y meterla en prisión.
Y si no fuera suficiente drama… las cosas se ponen todavía más enredadas.
Pues para sorpresa de todos, ahora se involucra en este caso de corrupción al mismísimo expresidente Luiz Inácio “Lula” da Silva; quien fue predecsor de Dilma; gran aliado de ella, y el presidente más popular en la historia reciente, considerado un héroe del pueblo.
A Lula se le acusa de corrupción y tráfico de influencias, ya que supuestamente en su periodo presidencial, facilitó contratos a varias empresas, por lo que recibió a cambio un departamento de lujo en la playa.
Y sigue la telenovela: Lula ha negado que el departamento sea suyo, pero a principios de mes fue arrestado un par de horas y su departamento fue cateado.
Por si no fuera poco… Dilma buscó nombrar a Lula como Jefe de Ministros, por lo que hubiera recibido la protección del fuero, pudiendo ser juzgado únicamente por la Suprema Corte de Brasil. Pero como novela de suspenso; esta designación fue bloqueada por un juez, y está por verse si se mantiene o no su toma de posesión.
Dilma dice que necesita a Lula para sortear la crisis. Pero las personas en Brasil no se dejaron engañar, y en una muestra del descontendo contra Dilma; cientos de miles (algunos dicen que millones) de brasileños salieron a la calle el domingo pasado para exigir la renuncia de Dilma Rousseff. Hasta ahora, la señora se ha negado a dimitir.
PERO TAMBIÉN HAY CRISIS ECONÓMICA… ¿POR QUÉ SI BRASIL IBA TAN BIEN AHORA SE ENCUENTRA EN UNA PROFUNDA RECESIÓN?
Ah claro… como si las cosas no pudieran ser peores, hay que agregar que Brasil también ha entrado en una profunda recesión económica.
Hasta hace algunos años, Brasil se pavoneaba por los escenarios internacionales presumiendo su enorme pogreso en eliminar la pobreza (más de 60 millones menos pobres) y por tener un crecimiento imparable a pesar de la crisis mundial del 2008. Pero ahora… todo esto se ha venido abajo.
Brasil suele culpar a China de sus problemas, lo cual es algo acertado. Porque durante años Brasil cometió el error de basar gran parte de su economía en la exportación de materias primas a China. Mientras China siguiera creciendo, todo iba a estar bien.
Pero ahora la economía de China está en desaceleración, y ya no necesita comprar tantas materias primas de países como Brasil. Esto ha hecho que exportaciones como el petróleo y otros metales pierdan gran parte de su valor en el mercado: lo que termina por causar un desastre en las finanzas del gobierno.
Pero la mayoría de la gente culpa a las políticas impulsadas por la presidenta Dilma Rousseff. Muchos de los críticos acusan a su gobierno de expandir la red de empresas y de bancos estatales, de controlar precios y manejar la economía de manera terrible y para beneficio propio. Como mencionamos, incluso se acusa a Dilma de tomar dinero de los bancos estatales y de PetroBras para tapar algunos baches en su gasto público.
A todo esto hay que sumarle el despilfarro y corrupción que incurrió Brasil para realizar el mundial del 2014, donde el gobierno hizo enormes gastos en infraestructura deportiva.
¿CÓMO NOS AFECTA TODO ESTO A NOSOTROS EN MÉXICO?
La realidad es que una crisis en Brasil puede beneficiar a México. Nuestro comercio bilateral no es tan importante, y de hecho, durante los últimos 15 años nos hemos peleado contra ellos por ser el mercado más importante de América Latina.
Hasta ahora… Brasil nos estaba ganando, precisamente por la bonanza que tuvo entre el 2003 al 2011. Ahora con la crisis actual, los inversionistas nos voltean a ver nuevamente.
Pero no nos engañemos… Porque aunque México quiera ser el campeón en América Latina, la realidad es que una crisis de estas magnitudes no es cosa de risa… está afectando la vida de millones de brasileños; y eso a nadie debe de enorgullecerle.
Si el "tiempo es dinero" como dicen algunas personas, entonces la humanidad ha estado cometiendo el peor robo contra las mujeres. Por siglos les hemos robado su tiempo.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿Quién de ustedes nunca quiso tener algún súper poder? Yo apostaría a que todos han fantaseado en algún momento con poder volar, ser invisibles, o tener visión de rayos X.
Pero quizá la respuesta más interesante a esta pregunta la dieron Bill Gates y su esposa Melinda hace un par de semanas, cuando jóvenes preparatorianos los cuestionaron sobre su poder preferido. ¿Sus respuestas?: tener más tiempo y crear más energía.
Quisiera concentrarme en la respuesta de Melinda, porque aún cuando la escasez de energía eléctrica es un problema que afecta a millones de personas, la escasez de tiempo me parece una realidad más perversa.
¿A qué se refiere Melinda con la falta de tiempo? Pues como explica en la Carta Anual de su fundación, la falta de tiempo significa cosas distintas dependiendo de tu género y tu condición socioeconómica.
Porque es un hecho que en todo el mundo, la manera en la que hombres y mujeres invierten su tiempo está completamente desbalanceada. Mientras los hombres pasan más tiempo trabajando por dinero, las mujeres cargan desproporcionalmente con el trabajo no remunerado. De acuerdo la OCDE (en su estudio “Employment: Time spent in paid and unpaid work”) a nivel mundial las mujeres invierten un promedio de 4.5 horas al día en trabajo sin remuneración (más que el doble que los hombres), que incluye toda clase de actividades consideradas “domésticas”, como comprar comida, cuidar hijos o limpiar la casa.
Salvador Dali - The Persistance of Memory; via dalipaintings.net
Aquí en México utilizamos un torpe eufemismo para hablar de este trabajo sin paga: “los quehaceres”. Pero no nos hagamos idiotas, señores: ¡Trabajo no pagado sigue siendo trabajo! Lo peor es que pocos cuestionan que estos labores sean “obligaciones” predominantemente femeninas. Pues mientras los hombres mexicanos realizan diariamente casi dos horas (112.6 minutos) de “quehaceres”, las mujeres invierten más de seis horas al día (373.3 minutos). Pero esto no significa que las señoras se queden de fodongas el resto del día; pues a estas seis horas hay que sumarle las cuatro horas en promedio de trabajo que también realizan las mujeres para ganar dinero.
Es obvio que alguien tiene que hacer las actividades del hogar; pero es el desbalance en el tiempo invertido por cada género el que termina por corroer la vida de las mujeres. Pues con esta falta de tiempo, no sólo se desplaza el tiempo de descanso, de diversión, de reflexión, o de esparcimiento. Entre menos tiempo dispongan las mujeres, se reduce también su posibilidad de trabajar por dinero o de estudiar una carrera profesional.
Para muchas personas, hoy resulta facilísimo pretender que las mujeres se encuentran suficientemente empoderadas porque pueden trabajar, ocupar altos puestos políticos, o por haber tomado el control de su reproducción. Sin embargo, no podemos ignorar que seguimos robándoles lo más valioso en esta vida: el tiempo.
Fue Benjamín Franklin quien acuñó la frase que domina la cultura norteamericana: “Time is Money”. Pues si en realidad el “tiempo es dinero”, estamos entonces frente al robo más grande de la Historia. Porque como una bola de bandidos, hemos robado durante siglos lo más importante que tienen las mujeres: su tiempo libre; que bien pudieron haber invertido en desarrollarse como profesionistas, en vez de estar lavando calzones sucios.
Es indiscutible que Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft ahora reinan sobre todo lo que acontece en la tecnología digital; con cada paso que damos en Internet, estaremos traspasando en su territorio.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Prepárense, estimados amigos, para el regreso del sistema feudal. No… no me refiero al tipo de gobierno que dominó por mil años el Medioevo de Europa, sino a un nuevo feudalismo digno del siglo XXI: el feudalismo digital.
Quizá no hayan caído en cuenta, pero cada día nos acercamos más a ser siervos de uno de los cinco grandes reyes que dominan el mundo digital. Porque es un hecho que casi todas las acciones que realizamos en internet terminan por involucrar a estos titanes que dominan el Olimpo de la World Wide Web.
Bien lo menciona el periodista Farhad Manjoo, al indicar que algo indiscutible es que Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft ahora reinan sobre todo lo que acontece en la tecnología digital; y no sólo eso, sino que el poder e influencia que ejercen estas empresas en sus zonas de control se incrementan cada día, asegurando que estos monarcas permanezcan en sus tronos, al menos en el futuro cercano.
Parecería que este laberinto al que hemos ingresado es ahora inescapable. Pues con cualquier paso que damos en el mundo digital, estamos ya traspasando el territorio de una de estas grandes empresas.
Cito nuevamente a Manjoo para explicarme: “Windows sigue siendo el rey de las computadoras de escritorio, Google reina sobre las búsquedas en internet y las nuevas tecnologías, y junto con Apple, Google también controla los sistemas operativos de los teléfonos móviles y las aplicaciones que usamos en ellos; Facebook y Google controlan el negocio de publicidad en Internet; y Amazon, Microsoft y Google controlan la infraestructura que utilizan muchas nuevas empresas para funcionar.”
"The Tube Train" - Cyril Edward Power ; via arttattler.com
Como dirían en aquella popular serie de comedia “¿Y ahora, quién podrá defendernos?” Pues la realidad es que no es posible visualizar a un héroe que nos salve, porque el tamaño y el poderío de estas empresas evitan el surgimiento de cualquier competencia que pueda ponerlas en jaque. Cada start-up que aparece en el radar, termina por ser devorada por estos gigantes glotones; o simplemente (como sucede con nuevos jugadores como Uber y Netflix), deben de utilizar los servidores que controlan estas empresas. Resulta sorprendente que incluso la CIA y otras dependencias del gobierno norteamericano dependen de Amazon para almacenar su información. ¡Salve, Imperator Bezos!
Para muchos esta realidad es algo imperceptible. Finalmente, a quién fregados le importa que estas corporaciones dominen el internet. ¿Que al final del día no nos dan una enorme cantidad de servicios gratuitos? ¡Faltaba más!
En este mundo absolutamente nada es gratis; y en el centro de todo este embrollo se esconde una realidad todavía más perversa: que a través de nuestras actividades cotidianas en internet, lo que único que hacemos es alimentar las bases de datos de estas empresas, dando información y regalando nuestra intimidad, todo para hacerle la vida más fácil a quien sea que quiera vendernos algo.
Ahora bien, es sabido que todos los imperios tienden a desaparecer en algún momento de la historia, por lo que habría que preguntarnos si estos nuevos monarcas digitales seguirán el mismo camino.
Sin embargo, me parece que la pregunta correcta es otra: ¿Queremos realmente que desaparezcan? Porque a como yo veo las cosas, muchos preferirían ser esclavos a perder su acceso a Facebook.
La Diplomática - Sección en el noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos
(11:00 Hrs a 13:00 Hrs por AzNoticias; TV Azteca)
SE CELEBRÓ EL “SÚPER MARTES” ELECTORAL EN ESTADOS UNIDOS. ¿QUÉ PODEMOS RESCATAR DE ÉL? ¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS SORPRESAS QUE VIMOS?
La realidad es que no hubo muchas sorpresas; esto es al mismo tiempo bueno como malo. Primero las buenas noticias: Por el lado Demócrata sucedió lo que todos esperábamos. La señora Hillary Clinton confirmó su liderazgo y su fuerza ante el electorado, ganando 7 de los 11 estados; Bernie Sanders ganó sólo cuatro. Ahora bien, hay que recordar que “ganar un estado” no significa que el vencedor se lleva a todos los delegados; sino que se lleva la mayoría de ellos dependiendo de los votos. Sin embargo, Clinton lleva casi la mitad de los más de 2000 delegados necesarios para ser la candidata; Sanders lleva menos de 1/5.
Y aunque sea prácticamente inevitable que Clinton sea la candidata a la presidencia; esto no es una mala noticia. Hemos hablado aquí de cómo Clinton es una mujer sumamente capacitada: fue primera dama por 8 años; senadora por el estado de Nueva York también por ocho años; y Secretaria de Estado con Barack Obama por cuatro años. Una cosa te aseguro: experiencia NO le falta a esta mujer.
Ahora las malas noticias. En el campo Republicano, temo decir que sucedió también lo que todos esperaban, que es lo que todos temimos: Donald Trump arrasó en el Súper Martes, ganando 7 de los 11 estados, Ted Cruz ganó 3 y Marco Rubio sólo uno. Hoy Trump tiene casi un cuarto de los delegados necesarios para ser nominado. Con sus 319 delegados, le está ganando por 100 delegados a Ted Cruz, y por 200 a Marco Rubio.
¿POR QUÉ NADIE HA PODIDO DETENER A DONALD TRUMP? ¿QUÉ TIENE ESE SEÑOR QUE LO HACE TAN ATRACTIVO PARA EL ELECTORADO CONSERVADOR?
Para entender la fuerza de Trump debemos regresar al 2008, cuando Estados Unidos transitaba por un periodo MUY oscuro: no sólo sufría la peor recesión económica de su historia y millones de personas perdían sus empleos; también había una desmoralización absoluta, en parte por los fracasos de la clase política y las fuerzas militares que estaban paralizadas en Iraq y Afganistán. No había ni una buena noticia en el horizonte.
Esto permitió el surgimiento del famoso “Tea Party”: un movimiento social y político que buscaba un cambio radical. Querían prácticamente desmantelar al gobierno federal, a quien culpaban de la catastrófica situación social, política y económica de aquel momento.
Al partido Republicano se le ocurre una idea: canalizar a su favor la energía y el rencor de este movimiento de ultra-derecha. Fue en esos momentos cuando a los líderes Republicanos tuvieron la brillante idea de elegir a Sarah Palin (una persona cero calificada) como candidata a la vicepresidencia; fueron los mismos que llamaron a Obama “socialista”, “musulmán” y decían que no había nacido en Estados Unidos sino en Kenia (de hecho, Trump fue uno de los qué más enfáticamente proponía esto). Promovieron el mensaje de que los migrantes robaban empleos de los “americanos blancos”; querían construir un muro en la frontera (incluso cuando la migración estaba en su nivel más bajo en décadas); inspiraron un medio irracional a toda persona del Medio Oriente, y decían que cualquier acuerdo con los Demócratas era una traición a sus principios.
Lo que no esperaban los Republicanos, es que el Tea Party pudiera secuestrar a todo el Partido. Pero eso fue precisamente lo que pasó… de forma gradual los locos tomaron el control del manicomio, e hicieron de la ideología conservadora una actitud tribal y primitiva: una masa de ideas basada en el odio, el rencor, la desconfianza y el miedo.
Lo que Trump propone ahora lleva años gestándose en Estados Unidos. Y es que los Republicanos crearon a un monstruo y lo alimentaron por años con racismo y miedo. Trump ahora sólo cosecha esos frutos, pues fue tan astuto para percibir que el escenario estaba listo para su aparición. Porque será muy fácil burlarse de Donald Trump y decir que es un payaso o un idiota. Pero una cosa te digo: ese señor será muchas cosas, pero tonto no es: ha sabido explotar los ánimos del electorado con maestría pocas veces vista.
VEMOS EN LAS REDES SOCIALES QUE LA GENTE COMPARA A TRUMP CON HITLER. ¿QUÉ TAN ACERTADA ES ESTA COMPARACIÓN? ¿HAY QUE ESTAR PREOCUPADOS?
No mucho… Comparar a Trump con Hitler es hiperbólico y exagerado. Hitler fue un personaje marcado por su época y su contexto. No creo que sirvan de mucho hacer comparaciones de este tipo, ya que son anacrónicas e inexactas.
Algo que sí está haciendo Trump es tomar algunos elementos del lenguaje hitleriano, que finalmente podrían ser visto como un discurso populista. Como decíamos antes, la cuestión del racismo a los latinos, el miedo a los musulmanes o la creencia que Estados Unidos es débil ya venía gestándose por años. Pero el Imperio Yankee sigue siendo el país más poderoso del mundo, los musulmanes en EUA no son terroristas y los latinos no roban empleos.
Yo creo que Trump es más como Hugo Chávez, con un discurso y una actitud populachera. Así como Chávez, Trump le ha dado voz a aquellos que se sienten desamparados por el sistema; promete cosas imposibles de cumplir, culpa a grupos opositores de todos los problemas del país; tiene una idolatría a su imagen, y promete resolver todos los problemas con soluciones sencillas.
Sin embargo, no podemos tomar a Trump como algo inocuo. Quizá no sea un genocida como Hitler, pero sí ha exacerbado el fuego del racismo y la xenofobia entre la gente.
Y esto es un grave problema: porque incluso si Trump no llega a la Presidencia, dejará detrás de él a millones de personas insatisfechas; encolerizadas con odio y racismo.
Si algo debe quedar claro, es que aún con la derrota de Trump, el próximo presidente tendrá que enfrentar a una sociedad profundamente dividida. Un problema que no se resolverá fácilmente.
Alcohólicos Anónimos se basa en una corriente ideológica que niega el progreso de la ciencia y la medicina a favor de la culpa y la idea de que todos somos pecadores.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Un aspecto central de todas las religiones monoteístas es la creencia en el pecado. Como cristianos, sabemos que incluso un bebé –sin deberla ni temerla- llega a este mundo como pecador, obligado a encontrar la absolución a como dé lugar.
Podemos estar o no de acuerdo con estos planteamientos, pero aquí no indagaremos en teología. Porque con cualquier cuestión religiosa, el problema no son las creencias personales, sino que éstas suelen traspasar el ámbito privado para invadir esferas más allá de su jurisdicción.
Por desgracia, resulta que este traspapeleo de creencias es muy común, y uno de los lugares más extraños donde encontramos ideas religiosas extraviadas es en la industria de la rehabilitación.
¿A qué me refiero? Pues como todos lo saben, la práctica estándar para la rehabilitación es recomendar un proceso conocido como los “12 pasos”, creación original de Alcohólicos Anónimos (AA) allá en 1935.
¿De qué trata todo esto? Los 12 pasos son una lista de acciones para cortar de tajo una adicción y resurgir a una nueva vida libre de vicios. ¿Suena bien, verdad? ¡Para nada!
Marcelle Lender Dancing in the Bolero in Chilperic; via WikiArt
De entrada debemos aclarar que las adicciones son una cuestión estrictamente médica. Lejos han quedado los días cuando surgió AA, donde el conocimiento sobre el cerebro estaba en pañales. Ahora, todo médico que se respete sabe que las adicciones son enfermedades neuronales y deben tratarse como al resto de los trastornos físicos o psicológicos.
Es por esto que resulta curioso que los 12 pasos sigan siendo el método prevaleciente para la rehabilitación. Porque no estamos hablando de un tratamiento científico, sino de un instructivo basado en religión y fuerza de voluntad. ¿Así queremos tratar algo tan delicado y trágico como la adicción? ¡Faltaba más!
Para empezar, cinco de los doce pasos en la lista hacen referencia directa a Dios; obligando a las personas a entregar su voluntad a un “Poder Superior”, o peor aún (como indica el paso seis) estar dispuesto “a dejar que Dios los libre de todos los defectos de carácter”.
¿Pero qué es esto? ¿En verdad podemos decir que los adictos son personas con defectos de carácter? ¡Totalmente absurdo! Si hablamos de una enfermedad, sería tan absurdo como catalogar de “débiles” a quienes padecen cáncer o diabetes.
Y aquí está el mayor peligro de los 12 pasos. Porque al hablar de la adicción como una falla moral, hemos evitado que miles de personas conozcan y utilicen medicamentos que eliminan su condición de adictos. Porque quizá no lo sepan, pero la medicina lleva décadas ofreciendo múltiples medicamentos para tratar adicciones: medicinas que atacan directamente el ansia por consumir ciertas sustancias, o que neutralizan los receptores de placer en el cerebro, evitando el rush que sentimos al consumir ciertas drogas. Si esto es una realidad, ¿por qué seguir rendidos ante un Poder Superior? ¡Vaya usted a saber!
Lo que me parece cierto es que AA sigue la misma línea religiosa de la que hablamos anteriormente: donde las personas “pecadoras” deben encontrar la absolución a través de la oración y el sacrificio.
Por fortuna, la ciencia nos da una salida. Y parecería que en este siglo XXI, todas las adicciones pueden curarse con tomar una simple pastilla, y en una de esas, pronto sucederá lo mismo con todos nuestros pecados.
La idea de la muerte -y los rituales en torno a ella- han sufrido enormes transformaciones en las últimas décadas, llegando ahora al mundo digital.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿Quién de aquí recuerda a Bernarda Alba, aquella anciana amargada de la que escribió García Lorca? Por años, su historia me dejó con sentimientos encontrados, evitando poder sacudirme del todo el implacable calor que descendía sobre su casa y definía el tortuoso encierro de ella y sus hijas.
¿Y a qué viene al caso Bernarda?, preguntarán. Pues la saco del olvido porque al releer la obra de Lorca, encontré un detalle que pasé por alto anteriormente: que la maldita señora no sólo encierra a sus hijas, ¡sino que el encierro debe durar casi una década! Así lo dice ella en la obra: “En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas”.
¿Pueden imaginar un encierro de ocho años por el luto de algún familiar? ¡Faltaba más!
Porque actualmente pensar como Bernarda es a toda luz irracional, y seguramente atropelle varios derechos humanos: es obvio que en las últimas décadas, la idea de la muerte –y los rituales en torno a ella- han sufrido grandes transformaciones.
Los sociólogos William Wood y John Williamson explican que en los países desarrollados –y yo incluiría a las ciudades de México- el asunto de morir y ser velado se ha convertido en algo privado, incluso con aspectos burocráticos. La muerte aparece hoy tras puertas cerradas, en las salas de hospitales o una casa funeraria. Y aunque mantenga algunos aspectos sociales, lejos han quedado los eventos comunitarios que marcaban a la España de Lorca o el México agrario.
Pero al analizar nuestra vida contemporánea, podemos ver que la muerte está teniendo un regreso inesperado al espacio público. Sólo que ya no hablamos de ceremonias fúnebres en las plazas o callejones; el luto es ahora un ritual que se desarrolla en las plataformas digitales.
Jean-Léon Gérôme - The Duel After the Masquerade; via Wikimedia
Pensemos en la muerte del legendario David Bowie. Horas después de la fatídica noticia, miles de personas se convirtieron en altares digitales como parte de un luto masificado: admiradores, fanáticos y uno que otro metiche se volcaron para rendir tributo y expresar condolencias, haciendo de las redes sociales un evento funerario donde todos podían participar y compartir.
Aunque mucho de esto responda a actitudes fantoches, ejemplos de emocionalidad genuina también existen cuando fallece una persona común –digamos un amigo o familiar-. De pronto, las redes sociales se vuelven espacios de remembranza, y obituarios aparecen en nuestras redes sociales, ahí a un lado de los memes o las noticias del Medio Oriente.
Tener la posibilidad de compartir noticias fúnebres con el mundo entero no significa que debamos hacerlo. Aún así, la tentación existe, y esto quizá responda a algo más profundo. Porque compartir la muerte con amigos y desconocidos puede ayudarnos a hacer más llevadera una pérdida; a ver la muerte de forma menos opresiva, o incluso ayudarnos a cambiar un paradigma de tristeza por uno de comunión. Claro está que también es posible que al publicitar digitalmente la muerte de alguien, le restemos toda solemnidad y decoro al asunto.
Son cuestiones complejas. Pero algo indiscutible es que si tenemos que elegir entre un mundo de cementerios digitales o uno de encarcelamiento por un luto, me queda claro que Bernarda y su gente pueden irse a la fregada.
El pesimismo defensivo involucra tener bajas expectativas de la realidad; imaginar siempre los peores escenarios; pero también considerar y resolver todo lo que pueda salir mal.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
El filósofo Roger Scruton indicó que para las personas optimistas la esperanza suele ser más importante que la verdad. Los optimistas avanzan hacia el futuro con un sentido de propósito –dice él- y evitan opiniones disidentes que puedan arruinarles su ciega ilusión por el porvenir.
Si el optimismo es la mentalidad preferida por la sociedad como argumenta Scruton, el pesimismo suele ser una forma de pensar vapuleada o incluso proscrita por las personas: nadie quiere tener a su alrededor amigos pesimistas que les agüen sus ánimos, mucho menos al inicio de un nuevo año.
Pero es justo ahora cuando debemos abandonar ese optimismo ciego y comportarnos como personas realistas, mucho más cuando hablamos de un hecho indiscutible: que pocos de nosotros vamos a cumplir con nuestros propósitos de año nuevo.
Porque bien lo dijo el comediante John Oliver: los propósitos de año nuevo son el punto medio entre mentirnos a nosotros mismos y mentirle a otras personas. Y si somos honestos, aceptaremos que incluso si iniciamos el año con grandes expectativas, seguramente terminaremos algo decepcionados.
Es por esto que quiero ir en contra del optimismo generalizado que abunda en estas fechas y recomendarles una nueva estrategia para no caer en los desfiladeros de las promesas incumplibles: el pesimismo defensivo.
Jackson Pollock - Autumn Rythm
¿De qué trata esta idea? Pues de acuerdo con Julie Norem, profesora de sicología en el Wellesley College y creadora de este concepto, el pesimismo defensivo es una estrategia que involucra tener bajas expectativas de la realidad e imaginar siempre el peor de los escenarios. Sin embargo, esto no significa que el pesimismo defensivo sea una mentalidad catastrofista, pues cada vez que imaginemos una situación negativa, también debemos considerar de manera vívida y concreta cada una de las cosas que puedan salir mal. Sólo así podremos prepararnos y tomar acciones para prevenir el fracaso.
Les comparto un ejemplo real. Yo estoy pensando en ahorrar una cantidad importante de dinero para viajar a La Habana en los próximos meses. Sin embargo, esto será muy complicado ya que suelo dilapidar mis finanzas en parrandas y alcohol. ¿Voy a dejar de tomar alcohol en este 2016? ¡Faltaba más!
Así que comienzo con bajas expectativas, pero prosigo a realizar una lista de todos los elementos que me ayuden a prevenir el fracaso: podría separar de antemano el dinero exacto para gastar en vino tinto y whisky con soda; evitar llevar mi tarjeta de crédito a las cantinas, o incluso optar por licores más económicos a los que comúnmente consumo. Acepto que tengo poca fuerza de voluntad para dejar el alcohol, pero hago todo lo posible por reducir las consecuencias que este comportamiento tienen en mis finanzas.
Porque nadie podría negar que una mentalidad optimista generalmente nos lleva a sentirnos bien con nosotros mismos. Pero pretender que el nuevo año será uno repleto de éxitos y triunfos es una mentalidad muy cándida, al igual que suponer que nuestra fuerza de voluntad es suficiente para lograr todas las cosas que nos proponemos.
Es por esto que una sana dosis de pesimismo defensivo es la mejor medicina para iniciar el año nuevo: pues así podemos prevenir todos los peligros en el camino y no dirigirnos como esos sonrientes optimistas hacia el barranco del fracaso y el desengaño.
¿Si las personas se la pasan buscando mayoritariamente pornografía en Internet, para qué celebrar tanto el aumento en el acceso a esta gran herramienta tecnológica?
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
No sé si ustedes se enteraron, pero este 2015 marcó el momento cuando por primera vez en México, más de la mitad de la población tuvo acceso a Internet. Esto es un triunfo inmenso, quizás a la altura de la alfabetización masiva o el acceso a la salud alcanzado en el siglo pasado.
Porque nadie puede negarlo: el Internet es por mucho el invento más extraordinario e importante de la especie humana. Sería inútil enumerar aquí las razones de por qué esto es verdad, y seguro ustedes las conocen. Pero basta con decir que es tan útil y necesario en la vida contemporánea, que algunos países han hecho del acceso a Internet parte de los derechos humanos.
Sin embargo, basta con echar un breve vistazo al panorama digital para darse cuenta que aquí en nuestro México las cosas no van tan bien. Y es que la población mexicana parece no estar aprovechando al máximo esta herramienta revolucionaria. Les propongo algo: pasen un par de minutos en cualquiera de las redes sociales para darse cuenta cómo todos parecen estar obsesionada con bebés, memes de John Travolta, videos de gatos que hacen tonterías, o fotos cachorros bonitos.
¿Qué diablos significa todo esto? ¿Cómo es posible que teniendo frente a nosotros la herramienta tecnológica más impresionante de la historia, hayamos terminado en este nivel tan bajo?
Es por esto que decidí llegar al fondo de este asunto, e intentar responder la pregunta más importante: ¿Qué uso le están dando realmente los mexicanos al Internet?
Para resolver este embrollo, les propongo un experimento sencillo: un juego que demuestra el pavoroso estado al que hemos llegado como sociedad digital. Y no se preocupen, es un juego que pueden jugar en familia y seguramente los mantendrá cautivados por muchos minutos en estas vacaciones.
¿De qué trata el juego? Pues las reglas son muy simples: basta con acceder a la página de Google Trends, elegir a “México” como país de análisis y teclear la palabra “porno”. Aquí podrás ver cuántas veces se ha buscado este término en Google durante diversos periodos de tiempo: hay que elegir “últimos 12 meses”. El juego entonces es muy fácil: todos los participantes deben proponer una palabra que compita contra “porno”, y el que encuentre alguna que lo supere en búsquedas… ¡gana un premio!
Hasta el momento, yo sólo he encontrados tres palabras ganadoras: “Facebook”, “Youtube” y por alguna extraña razón, “Google”, o sea que hay gente que entra a Google para buscar “Google” (cada quien sus locuras).
Ahora bien, no quiero que me malinterpreten, pues aquí no pretendo ser mojigato ni moralista. Nada tiene de malo utilizar Internet para darse una escapada pornográfica de vez en cuando. Pero por bondad, señores: ¡hay que balancear! Porque con los resultados que nos arroja Google Trends, parece que somos una sociedad ultra sexualizada, con una fijación total los videos XXX. ¡Vamos muy mal!
Así que sólo queda preguntar: ¿Si la gente se la pasa buscando mayoritariamente pornografía, para qué celebrar tanto el aumento del acceso a Internet?
¡Pues no lo sé! Por ahora, lo único que queda es esperar a que el año 2016 nos arroje mejores resultados.
Eso sí, creo que ya nadie se puede hacer el tonto: ya todos sabemos lo que millones de mexicanos andan buscando en Internet a altas horas de la noche.
El mayor peligro de las palabras es su capacidad para engañarnos; confundirnos cuando aparecen como mensajes vacíos, pero que la mente interpreta como correctos.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿No les parece extraño el poder de las palabras? Cómo algo tan etéreo como la combinación particular de vocales y consonantes puede terminar por ofendernos o inspirarnos.
El escritor Toño Malpica calificó a las palabras como “la noche más oscura, la más profunda tiniebla, el mayor terror de todos”; y antes que él, el premio Nobel de literatura, Rudyard Kipling, habló de las palabras como “la droga más poderosa de la humanidad”. Porque claro, fuimos nosotros quienes las inventamos, pero de pronto, parece que nos convertimos en esclavos de nuestras propias creaciones: capaces de aterrorizarnos o narcotizarnos.
Más allá de esto, creo que el mayor peligro de las palabras es su capacidad para engañarnos; confundirnos cuando aparecen como mensajes vacíos, pero que la mente interpreta como correctos y profundos.
Este particular rasgo apareció recientemente en dos ocasiones, cada una con su diverso grado de perversidad.
Por el lado lúdico-perverso está el reciente estudio "Acerca de la recepción y detección de la charlatanería pseudoprofunda", donde se demostró que una cuarta parte de las 280 personas analizadas calificaron como “profundas” ciertas frases que no tenían sentido alguno. Por ejemplo: “la naturaleza es un ecosistema auto-regulado de conciencia” o “la totalidad aquieta fenómenos infinitos”. Absolutas tonterías que fueron generadas digitalmente por un programa que apunta a los resultados desde su nombre: “The New Age Bullshit Generator”.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando el mensaje que recibimos tiene consecuencias graves? Pues es aquí donde entramos al lado más perverso de las palabras: cuando la droga que nos administran nos transforma en seres agresivos.
Entra al escenario Donald Trump, un gran charlatán que ha hecho de las palabras la base de su campaña por la Casa Blanca. Como bien lo indica The New York Times, es a través del “poder oscuro” de sus palabras que Trump ha cautivado a audiencias enteras. El problema es que gran parte de su mensaje es basura tóxica.
¿Cómo lo sabemos? Pues la amable gente del Times se dio a la tarea de analizar cada comentario que Trump pronunció en público durante la primera semana de diciembre –un total de 95,000 palabras- y descubrió un turbio laberinto digno de los demagogos del siglo XX.
El discurso de Trump se basa en la repetición de frases divisorias, palabras burdas e imágenes violentas. Tiene un hábito de usar el “tú” y el “nosotros” cuando denuncia a “ellos” y a los “otros”, que representan peligros reales o imaginarios. Utiliza su retórica para erosionar la confianza en datos y números; insulta y ataca a sus contrincantes: todo esto mientras se muestra a sí mismo como víctima de los medios. Y mientras los otros candidatos apuntan al patriotismo o las pasiones compartidas, Trump crea vínculos con la ansiedad y los miedos del electorado. Al final, no ofrece estrategias reales para solucionar las cosas, sólo exige la confianza absoluta en su proyecto y en su personalidad.
Queda claro que las palabras pueden ser peligrosas: pero una cosa es dejarnos engañar por tonterías pseudocientíficas y otra es caer en el estupor del opio de la demagogia. Pues es aquí, en el discurso de la división y el odio, cuando nos adentramos en la noche más oscura, en la más profunda tiniebla.
La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos. (11:00 Hrs a 13:00 Hrs por AzNoticias; TV Azteca)
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN LAS ELECCIONES CELEBRADAS EL SÁBADO EN ARABIA SAUDITA?
Arabia Saudita celebró sus primeras elecciones locales el sábado pasado; esta es la primera vez que las mujeres han tenido participación en la política del país; de hecho, el derecho del voto a la mujer se aprobó apenas en 2011, haciendo a Arabia Saudita el ÚLTIMO PAÍS EN EL MUNDO en otorgar el derecho de voto a las mujeres.
Pero no debemos emocionarnos tanto. Sí… las mujeres pudieron votar y ser votadas en estas elecciones; (y de hecho varias de ellas ganaron puestos políticos) y han tenido algunos avances en sus libertades civiles y políticas en los últimos años. Pero aún hay mucho por hacer.
¿CUÁLES SON ALGUNOS FACTORES QUE DETIENEN A LAS MUJERES PARA INVOLUCRARME MÁS EN LA POLÍTICA SAUDÍ?
En primer lugar, los únicos puestos políticos que las mujeres pueden aspirar son un lugar en los Consejos Municipales: estos Consejos se encargan de aprobar presupuestos y cuestiones de urbanismo, como la recolección basura, los parques y las escuelas de una comunidad: la verdad es que no tienen mucho poder en la política nacional.
Por otro lado, aún persiste la ley que prohíbe a las mujeres conducir automóviles, por lo que hacer una campaña política es complicado. A esto hay que sumarle que las mujeres tienen prohibido hacer mítines donde haya hombres en el público, lo cual es absurdo a la hora de armar una buena campaña política.
En Arabia Saudita todavía existen leyes que prohíben la convivencia en público de hombres y mujeres. Y de hecho, todas las mujeres en Arabia Saudita requieren permiso de un hombre (esposo, familiar o guardián) para viajar, trabajar e inscribirse en las escuelas.
El Islam transita por una etapa sumamente confusa y agresiva. ¡Pues claro! Es una religión que apenas está entrando en su etapa adolescente.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Mucho se ha escrito sobre el caos que aflige al Islam. Ríos de tinta que nos recuerdan la histórica animosidad entre los Sunitas y los Chiitas; de cómo un barbárico Estado Islámico asesina a diestra y siniestra; de cómo hay una supuesta guerra contra Occidente tras los ataques de París…
Hoy me sumo a este análisis, pero me aventuro a presentar una teoría que no se ha manejado en los medios; una hipótesis poco ortodoxa que pretende explica por qué el Islam se encuentra transitando por esta etapa tan difícil y confusa.
Me baso para este análisis en la aguda perspectiva del comediante John Oliver, quien comentó que la mejor manera para comprender la turbulencia en el Islam es entendiendo a esta religión como una que se encuentra transitando su adolescencia.
Porque muy similar a lo que usted y yo experimentamos en nuestra juventud, el Islam sufre ahora los embates hormonales de la pubertad: se encuentra confundido, rencoroso y perdido en una espiral de irritación y desconcierto.
El Islam está cercano a cumplir sus 1,400 años de historia, lo que presenta una interesante oportunidad para comparar su situación con la del Cristianismo, cuando era apenas también una religión moza.
¿Se acuerdan dónde estaba la Iglesia Católica cuando cumplió sus catorce siglos? Les recuerdo: estaba realizando las últimas Cruzadas, torturando herejes con la Santa Inquisición; persiguiendo judíos por ser agentes del Maligno; quemando mujeres inocentes por ser supuestas brujas. No sólo eso, el Catolicismo estaba por entrar en una serie de guerras desatadas por la Reforma Protestante, causando millones de muertos y creando un sisma que persiste hasta hoy. ¡Eso sí que es una adolescencia ruda!
Pero el Cristianismo ya ha salido de esa etapa y ha entrado en la adultez. Quizá por eso nos resulta sencillo voltear al pasado y reírnos de las locuras cometidas en nuestra pubertad.
Los musulmanes, en cambio, apenas empiezan a sufrir este proceso. Porque tras de ser dominados por los Otomanos y después por sus terribles padrastros europeos, el Medio Oriente despierta de una etapa difícil, totalmente confundido y buscando un nuevo lugar en el mundo.
Quizá por esto se muestran tan susceptibles a cualquier crítica: basta con dibujar una caricatura de su Profeta para que cientos de musulmanes se pongan como locos a buscar responsables. O similar a los antiguos Católicos y Protestantes en el siglo XVI y XVII: toman cualquier excusa para atacarse unos a otros, o apoyar a grupos paramilitares en territorio de sus vecinos. Esta dinámica la vemos hoy en Irán, Arabia Saudita, Irak, Siria, Turquía, y el resto de la pandilla regional.
Ahora bien, la buena noticia es que las religiones suelen salir de esta etapa difícil e incómoda. Así pasó con el Cristianismo, que a excepción de algunos fanáticos, se desenvuelve de manera cordial con el resto del mundo.
Por lo tanto, sólo nos queda esperar tres o cuatro siglos para que los Sunitas y los Chiitas resuelvan su diferencias y dejen de pelear por menudencias teológicas. Y como bien lo apunta John Oliver, quizá al final de este proceso no tengamos paz en el Medio Oriente, pero al menos los países de la región podrán enfocarse en pelear por cosas importantes como el resto del mundo: por recursos naturales y líneas arbitrarias en los mapas.
Creo que todos ustedes deben saber una terrible noticia: que pase lo que pase en la COP-21, la realidad es que ya nos jodimos como civilización. Porque querámoslo o no, lo terribles efectos del cambio climático están aquí para quedarse.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Es innegable que, año con año, el futuro de la moda se debate en la ciudad de París. Sin embargo, parece que esta vez se estará debatiendo el futuro de la humanidad entera. Porque hoy mismo en la Ciudad Luz, se está llevando a cabo el evento más importante del siglo. Me refiero a… ¡La XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático de la ONU (COP-21)!
¿No les emociona? Yo sé que no… sé que suele ser una flojera hablar de cambio climático o de políticas ambientalistas. Pero hay que resistir la tentación de huir de este tema por varias razones. Primero, porque aquí no pienso aburrirlos con tecnicismos científicos o las complejas cláusulas jurídicas que se hablarán en la COP-21. Y en segundo lugar, porque creo que todos ustedes deben saber una terrible noticia: que pase lo que pase en París, la verdad es que ya nos fregamos como civilización. Porque querámoslo o no, los temibles efectos del cambio climático están aquí para quedarse.
¿Ya les dio miedo? ¿Todavía no? Pues dejen les paso algunos datos para que se espanten.
El gran reto para la humanidad es llegar a un acuerdo que evite calentar a la Tierra más de 2°C. Hasta ahora, los humanos ya hemos causado un aumento de 0.8°C; y por si no se han dado cuenta, esto ya comienza a causar estragos en todo el planeta.
Creo que nadie ignora las erráticas temperaturas en algunas zonas del mundo, los fenómenos climáticos extremos (aquí en México, basta con mencionar al huracán Patricia), y el rápido descongelamiento de las capas polares, que contienen suficiente hielo para aumentar el nivel de los océanos por siete metros. Incluso se dice que para el año 2100, grandes zonas del Medio Oriente serán inhabitables para los seres humanos por el intenso calor que se sentirá durante el día.
No sólo esto, muchas ciudades del mundo están en serio peligro de quedar bajo el agua. Esto ya lo estamos viendo en las costas de Bangladesh, en Dinamarca y en Holanda. Y si alguien tiene planeado ir de luna de miel a las paradisiacas islas de Micronesia, ¡pues que vaya cambiando de planes!; probablemente será uno de los primeros países en hundirse bajo el mar.
¿Quieren más datos alarmantes? Pues el Centro Nacional de Australia para la Restauración Climática indica que incluso si todo el mundo dejara de emitir gases de efecto invernadero el día de hoy (lo cual no sucederá), aún existiría un 10% de probabilidad de superar los 2°C. ¡Piénsalo un segundo! Es como si te dijeran que el avión que acabas de abordar tiene un 10% de probabilidades de estrellarse al aterrizar. ¿Volarías en esa aerolínea? ¡Ni madres! Pero aquí no podemos cambiar de aerolínea, porque sólo tenemos un planeta donde vivir.
Volvamos a COP-21…
De acuerdo con el filósofo Peter Singer (y datos de la London School of Economics) incluso si los 154 países que asistieron a París cumplieran al pie de las letras sus compromisos para reducir los gases de efecto invernadero, el nivel de éstos seguiría incrementando. Para el año 2030, se emitirán entre 55 mil y 60 mil millones de toneladas de CO2 al año (de las actuales 50 mil millones de toneladas).
Pero hay un pequeño detalle: porque si queremos por lo menos un 50% de probabilidad de NO subir los 2°C, las emisiones de carbono deberían reducirse a 36 mil millones de toneladas por año. O sea que… ¡Pues ya valimos, compañeros!
Pero bueno… no hay que ser tan negativos en estas épocas navideñas. Nada de esto significa que ya mañana tengamos que enfrentar al apocalipsis climático. Porque aunque probablemente ya todo se fue al carajo, hay que explorar lo que podemos hacer para ayudar (aunque sea un poco) al planeta.
Esto caerá como buena noticia para muchos, pues parece que uno de los cambios más sencillos que podríamos hacer para mejorar el planeta es dejar de comer carnes rojas. Pues la industria ganadera por sí misma es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso más que toda la industria de vehículos de transporte global (autos, camiones, motos, trenes, aviones, etcétera) que generan 14% de emisiones. Quizá ser vegetariano no sea suficiente para salvar al mundo… pero a estas alturas toda la ayuda es bienvenida.
Pero si después de todo esto todavía hay algunos que les importa poco el calentamiento global, les doy una última razón para preocuparse: consideren que entre más aumenten las temperaturas, menos posibilidades tendrán de usar ese hermoso abrigo Givenchy que compraron en Nueva York… o mejor dicho, ni siquiera van a poder ir a Nueva York otra vez, porque será una de las primeras ciudades en quedar bajo el agua cuando suban los niveles del mar.
Entonces, amigos… ¿cómo van a querer a tu planeta? ¿Término medio o tres cuartos?