25/9/23

LOS MITOS MITÓMANOS

A pesar de todo, estoy seguro que el mito de Allende persistirá, como muchas otras ‘mentiras zombies’ de nuestra era


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

Una de las curiosidades que más sorprende en pleno siglo XXI es la persistencia de ciertos mitos y falsedades históricas. En particular cuando las personas escuchan algo por ahí –sobre algún evento o personaje– y se quedan con esa primera y única impresión, sin siquiera molestarse en realizar un rápido “Wikipediazo” para obtener más información y profundizar un poco más en el asunto.

Digo que es raro porque hacemos lo contrario en otras situaciones. Si alguien nos recomienda una película, inmediatamente buscamos en IMDB o Rotten Tomatoes para ver de qué va la trama y si vale la pena ponerla en la lista de pendientes. Lo mismo ocurre con libros, restaurantes, o cualquier otro asunto pedestre.

Pero con personajes o eventos históricos esto no sucede; y entonces vamos campantes por la vida cargando información falsa en nuestra maleta mental. 

Y bueno, entiendo que hace algunas décadas resolver un asunto de este carácter era más complicado: quizá involucraba ir a la biblioteca a consultar fuentes o gastar dinero en comprar algún libro. Pero hoy vivimos en una época donde toda la información del mundo se encuentra a nuestro alcance; tan cercana como una simple búsqueda en Google o una pregunta a Chat-GPT. 

Todo esto viene a colación por la conmemoración del 50º aniversario del golpe de estado en Chile. En particular, porque este evento se ha colocado en la memoria colectiva como una de las mayores tragedias que han caído sobre América Latina; y como excusa para encumbrar al presidente Salvador Allende (1970-1973) como uno de los héroes y mártires más grandes del continente.



Antes de dar un paso más, es obligatorio esquivar la primera piedra que avientan todos los izquierdistas trasnochados: ¡No! No estoy insinuando que el golpe de Augusto Pinochet deba de ser celebrado; y criticar a Salvador Allende no significa en automático ensalzar a la dictadura chilena. Recuerden: aún cuando Pinochet haya sido un hijo de perra, esto hace a Allende un buen presidente.

Pero volvamos a los mitos. Por alguna extraña razón, las personas han parecido olvidar o no han querido investigar lo que significó realmente el gobierno allendista. Porque contrario a ser un mártir democrático o héroe revolucionario, su gestión fue un absoluto fracaso y su estilo personal de gobernar bastante lamentable. Vamos a los hechos:

Es un hecho que Allende llevó a cabo la expropiación de las principales industrias chilenas, intervino en la mayoría de los bancos; y ocupó y nacionalizó gran parte de las tierras. Es un hecho que para 1973, el Estado chileno controlaba el 80% de las industrias, muchos bancos y el 90% de las tierras agrícolas. Es un hecho que muchas expropiaciones se hicieron sin la debida indemnización

También es un hecho que Allende arruinó a la economía por su intervención a través del control de precios, la impresión indiscriminada de dinero y el incremento del déficit público. También es un hecho que para 1973 la inflación superaba el 600%; que había una escasez de productos básicos y una pauperización generalizada de los servicios públicos. Es un hecho que Allende polarizó a la sociedad, rompió el orden constitucional y sembró las semillas de su fatídico final.

¡Y que conste que nada de esto es secreto! Desenmascarar a Allende no requiere más que una simple búsqueda en Internet y dedicarle 10 minutos al asunto. 

A pesar de todo, estoy seguro que el mito de Allende persistirá. Como muchas otras ‘mentiras zombies’ de nuestra era, ésta también seguirá andando como muerto viviendo, buscando consumir los cerebros de las nuevas generaciones.

Al final, ésta es la naturaleza de los mitos mitómanos: persisten aunque los asesinen una y otra vez. Pero tampoco se trata de tirar la toalla, solo de seguir insistiendo en la verdad. Así que quizá me vean de vuelta en estas páginas en el año 2073, volviendo a resaltar las mentiras de Salvador Allende a mis 86 años; sólo que ahora en el marco del centenario del golpe de Estado. ¡Hasta la victoria siempre, camaradas!

11/9/23

LA CASA DE LADRILLOS CHINOS

Cuando un régimen no es predecible, la desconfianza reina. En cualquier momento el Gran Líder puede cerrar la economía, encerrar a la gente en sus casas por meses o expropiar una empresa.


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

A finales de agosto hubo un ligero alboroto entre los círculos internacionalistas por la reunión anual de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). El revuelo fue que por primera vez en poco más de una década, el grupo abría sus puertas a nuevos integrantes. 

Para algunos esto representa un clavo más en el ataúd del orden mundial liderado por Occidente. Pero no seamos ridículos. En primer lugar, la convocatoria de los BRICS fue patética: se inscribieron una colección de estados menores que incluye a chusma como Egipto, Etiopía e Irán, socialismos arruinados como Argentina, y autocracias sanguinarias como Arabia Saudita. Bastante lamentable…

Pero su pésimo reclutamiento no es la mayor bronca de los BRICS. Su mayor problema se llama China: el país que domina completamente al grupo y cuyo PIB supera al del resto de los miembros juntos.

Tomando en cuenta esta preponderancia -y haciendo alusión al lenguaje de la mafia- sería una verdadera desgracia si algo malo le pasara a la economía líder de este heterogéneo y heterodoxo grupo. Porque claro, cualquier descalabro impactaría enormemente al resto de los integrantes.  

¿Pues qué creen, estimados lectores? Esto es precisamente lo que está ocurriendo. ¿De qué tamaño es la magnitud del despapaye chino? Vámonos por partes:

Primero debemos recordar que durante la pandemia del SARS-CoV-2, China fue el país que tuvo la estrategia de contención más severa, con la infame política de “cero-covid”. Durante meses, comercios, escuelas e incluso ciudades y provincias enteras fueron cerrados; muchas veces obligando a los habitantes a permanecer encerrados en sus hogares durante semanas. 

Cuando a finales de 2022 terminó esta pesadilla, todos esperaban un rebote triunfal de la economía china. En realidad, lo contrario ha sucedido: hoy China se encuentra ahogada en deuda (el triple de su PIB), con una inminente crisis inmobiliaria, una contracción de su población en edad de trabajar y un desempleo masivo entre los jóvenes (21.3%). A esto sumen una deflación causada por números mediocres en el consumo privado, la inversión y las exportaciones.

¡Pero alto, que hay más! Porque a diferencia de una crisis económica en cualquier economía liberalizada, la deflación que ahora infecta a China tardará mucho más en revertirse.  ¿La razón? Una profunda desconfianza hacia la errática política económica del “querido líder” Xi Jinping.


Como indica el académico y economista Adam S. Posen en Foreign Affairs, China parece haber caído en la trampa que eventualmente terminan todos los países autoritarios. 

De acuerdo con Posen, el desarrollo económico en los regímenes autoritarios tiende a seguir un “patrón predecible”. Primero hay un período de crecimiento en el que el régimen permite que prosperen las empresas (apoyadas con dinero público) siempre que no interfieran en la política. Pero una vez que el régimen tiene el apoyo de la sociedad comienza a intervenir en la economía de manera cada vez más arbitraria. "Con el tiempo, ante la incertidumbre y el miedo, los hogares y las pequeñas empresas empiezan a preferir los ahorros en efectivo a las inversiones ilíquidas; como resultado, el crecimiento disminuye de manera persistente”, apunta.

En pocas palabras: cuando un régimen no es predecible, la desconfianza reina. Y ante esta incertidumbre, la gente prefiere ahorrar y proteger su dinero a gastarlo o invertirlo; pues en cualquier momento el Gran Líder puede cerrar la economía, encerrar a la gente en sus casas por meses o expropiar una empresa. Ahora que Xi Jinping ha roto la confianza con su población,  recuperarla no es algo que simplemente pueda desearse o imponerse.

Así que les deseo mucha suerte a los BRICS. Sus reuniones podrán ser muy bonitos ejercicios para construir palacios y fortalezas en las nubes, pero al final estarán haciendo estas obras con endebles ladrillos chinos.