Si están leyendo estas líneas sólo significa una cosa: ¡Lograron sobrevivir al 2022!
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
Si están leyendo estas líneas sólo significa una cosa: ¡Lograron sobrevivir al 2022!
Y no es poca cosa. Porque después del apocalipsis pandémico, todos creímos que el 2022 sería -por fin- un paseo en la playa: teníamos vacunas, el fin de los encierros y la promesa de una recuperación económica. ¡El futuro de la humanidad se presentaba resplandeciente!
Esto no se cumplió. Arrancamos el año con la novedad de que Vladimir Putin se quería merendar a Ucrania; Nuevo León se quedó sin agua; se nos murió la Reina Isabel; luego Xi Jinping se coronó como el hombre más poderoso del mundo; y los mercados de criptomonedas colapsaron. Miren, se los he dicho muchas veces pero no hacen caso: ¡No hay tregua, raza!
Pero no hay que deprimirnos y mucho menos en épocas de vacaciones. Así que rescatemos una bonita práctica que inicié hace tiempo en este espacio (ver Vértigo#979 donde me atreví a describir al 2019 como “agotador”. ¡Ternurita!) y hablemos de cinco cosas buenas que sucedieron durante esta última vuelta al sol, con la esperanza de cerrar bien el año. ¡Arre!:
Número 1: Avances espaciales
Este año vimos un tremendo avance en misiones espaciales que nos devuelven la esperanza en la humanidad. Logramos golpear un asteroide a 11 millones de kilómetros de distancia y sacarlo de órbita como parte de un programa de defensa planetaria; la NASA lanzó con éxito su misión de Artemis I que como preámbulo para enviar astronautas de vuelta a la Luna y establecer una base permanente; y por si fuera poco, entró en operación el telescopio James Webb, que nos sigue regalando fotografías extraordinarias para conocer aún más nuestro lugar en el Cosmos.
Número 2: La defensa de la democracia liberal
Este año nos dejó una lección importante: la democracia liberal no está muerta y un futuro autoritario tampoco es inevitable. En Brasil vimos la derrota de Jair Bolsonaro que retiró a la democracia más grande de América Latina (y a la selva más importante del planeta) de un oscuro abismo. También vimos protestas masivas en Irán contra un régimen teocrático fosilizado y corrupto. Nos alegramos de la derrota de los Republicanos conspiracionistas apoyados por Donald Trump en las elecciones intermedias de Estados Unidos; e incluso vimos manifestaciones insólitas en China contra las medidas draconianas para combatir al covid-19. Si alguien creía que la democracia estaba muerta, el 2022 demuestra que todavía tiene pelea.
Número 3: Pollos de laboratorio
Esta noticia es medio rara, pero la FDA de Estados Unidos autorizó a una empresa en California vender carne de pollo que fue creada en un laboratorio. De popularizarse este tipo de comida, estaríamos evitando el sufrimiento de millones de animales y ayudando a reducir las emisiones de gases en la industria agroalimentaria (14.5% del total). Hoy pueden ser los pollos, pero mañana podríamos estar comiendo carne de cerdo o de res producidas de manera ética y sustentable.
Número 4: La economía no colapsó
Empezamos el año esperando una recuperación económica que se desinfló para el segundo mes (¡Gracias, Vladimir Putin!). La buena noticia es que a pesar del crecimiento económico paupérrimo, la recesión -¡o una nueva gran depresión!- que muchos esperaban tampoco se manifestó. Sí, la inflación sigue muy alta y las cadenas de suministro están hechas un desastre… ¡pero al menos no implosionó la economía mundial!
Número 5: ¡Logramos evitar la Tercera Guerra Mundial!
Y esto no es cosa menor. Porque aunque el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue causando un enorme sufrimiento, la buena noticia es que no escaló para convertirse en un intercambio nuclear entre Putin y Occidente.
¡Ahí lo tienen! Cinco cosas para agradecer y alegrarse en estas fiestas decembrinas. Pero yo termino el año con una reflexión: Ya no saquearon, pero no nos volverán a saquear: ¡No se confíen del 2023!