LA DIPLOMÁTICA - EL TERRORISMO Y LA CULTURA DEL MIEDO
Fecha de transmisión original: 03/06/2016
La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos.
(11:00 Hrs a 13:00 Hrs por AzNoticias; TV Azteca)
Este martes, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió una alerta de viaje para Europa por "el riesgo de potenciales ataques terroristas" contra "grandes eventos y sitios turísticos" en el viejo continente. ¿Estamos entrando a una nueva realidad donde siempre existirá un clima de miedo e inseguridad?
¡No me queda duda! En este caso Estados Unidos advierte de que "el gran número de turistas que visitan Europa en los meses de verano será uno de los principales objetivos de los terroristas que planean atentados en lugares públicos, especialmente en los grandes eventos. Aquí se refieren en concreto a la Eurocopa, que se celebra en Francia entre el 10 de junio y el 10 de julio, el Grand Tour de ciclismo, que ocupa casi todo julio, y el Día Mundial de la Juventud, celebrado en Polonia a finales de julio.
Obviamente toda Europa ha entrado en pánico por estas declaraciones. Alemania ya ha dicho que reforzará y blindará sus fronteras, carreteras y aeropuertos; Francia dice lo mismo, sumado a que desplegará a 90 mil fuerzas de seguridad en todo el país.
Pero debemos pensar Vaitiare… ¿En verdad queremos vivir en un mundo donde el status-quo sea siempre el miedo y la paranoia? ¡Ni madres!
Pero basta con tener un poco de perspectiva para ver que esta situación será la norma en el futuro. Y es de hecho, una de las consecuencias más perversas de toda la guerra contra el terrorismo. Porque después de 15 años de guerra (que inició con la invasión a Afganistán en 2001), Estados Unidos y sus aliados no están para nada más cerca de crear un ambiente de paz y estabilidad en ningún lado del mundo.
De hecho, se podría decir que estamos peor. Porque lo que inició como una represalia contra el Taliban en Afganistán, se ha convertido ahora en una guerra mundial, donde los Estados Unidos y sus aliados europeos abaten terroristas en Libia, Somalia, Nigeria, Irak, Yemen, Irán, Pakistán, Afganistán, etcétera.
No sólo eso, el Talibán controla ahora más territorio y tiene más apoyo de la población local. Al-Qaeda se ha fragmentado en múltiples células, y el Estado Islámico causa terror en todo el Medio Oriente.
Este es el resultado de 15 años de guerra contra el terrorismo. Un Medio Oriente que arde en llamas y una Europa en estado de pánico. ¡Lo que nos faltaba!
Todo esto tiene que ver por la estrategia fallida que ha perseguido Estados Unidos. Una estrategia que involucra “decapitar” a las organizaciones terroristas. Y de hecho, es algo similar a lo que vemos aquí en México, con nuestra guerra contra el narcotráfico.
Estas en completa razón, Vaitiare. Toda la estrategia de Estados Unidos se ha basado en eliminar a los líderes de los grupos terroristas, con la esperanza de que estos se diluyan y difuminen con el tiempo.
Pero basta con ver los resultados para saber que esto ha sido un fracaso.
De hecho, la semana pasada el presidente Barack Obama anunció un hito en la guerra contra el terrorismo: un ataque de drone había dejado sin vida al líder de los Talibanes en Afganistán, un personaje conocido como Mullah Mansour.
¿Te enteraste de esto? ¿Alguien del auditorio? Muy probablemente no; porque la realidad es que no tuvo ninguna repercusión. A los tres días, el Talibán había anunciado que ya tenían un nuevo líder y el changarro seguía funcionando igual que siempre. Y esto pasa con todos los “líderes terroristas que han asesinado”. A los pocos días el grupo se regenera y hay un nuevo líder y la violencia continúa.
Y haces un excelente punto al compararlo con México. Nosotros aquí llevamos más de 10 años en guerra contra los cárteles del narcotráfico. La estrategia en esta década ha sido la misma de “decapitación”. El gobierno ha arrestado o abatido a un capo tras otro, tras otro, tras otro. ¿Cuál es el resultado? Más violencia, más grupos criminales, más corrupción de las instituciones.
Y al igual que Europa, tenemos a una población mexicana que vive en constante pánico y en constante temor. Queda clarísimo que algo tiene que cambiar en todo este congal, tanto de parte de los gringos como del gobierno mexicano.
Y a todo esto… ¿Cuál podría ser una solución para todo este conflicto?
Pues la respuesta no es nueva: la mejor manera para terminar con un grupo criminal no es arrestando o matando a sus líderes, sino cortando el flujo de dinero que los mantiene con la capacidad de comprar armas y reclutar a más personas.
Aquí es donde los gobiernos deben congelar las cuentas bancarias del narco y de todos aquellos que envíen dinero a los grupos terroristas. ¡Sin dinero no baila el perro!
Pero me quiero arriesgar a algo más interesante. Que otra solución al problema (no totalitaria) sería legalizando las drogas a nivel mundial. Porque a nadie escapa que en México el mayor ingreso del crimen organizado sea la venta de drogas. Pero resulta que es también el mayor ingreso de los Talibanes y otros grupos criminales.
Tan sólo en Afganistán se siembra el 85% de la amapola en el mundo, que luego es transformada en heroína; un negocio al que el Talibán le cobra un impuesto importante. Si cortáramos el mercado negro de las drogas, tendríamos a importantes grupos terroristas e importantes cárteles sin dinero y sin posibilidad de mantener su negocio criminal.
Porque si no… las cosas seguirán igual: Otro día… otro terrorista muerto. Otro día, otro capo arrestado. Y mientras tanto, la gente muerta de miedo.