Todo parece indicar que la civilización humana no va tan mal como creíamos; esto de acuerdo a los argumentos de Steven Pinker.
Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú
¿Es usted optimista o pesimista sobre el futuro de la humanidad? Yo, debo aceptar, perdí hace tiempo la esperanza por el porvenir de nuestra especie: suelo ser optimista en lo personal, pero no por el futuro colectivo.
Esto no se gana gratis. Diariamente, los medios de comunicación ofrecen panoramas terribles donde el mundo parece carcomerse en violencia, corrupción, misoginia, superstición y barbarie. ¿Cómo carajos ser optimistas?
Por esto llamó mi atención el reciente debate organizado por Munk Debates. La controversia era muy clara: “Que se compruebe que los mejores días de la humanidad están por llegar…”A favor de la moción estaba el afamado científico Steven Pinker, quien expuso un caso sumamente sólido que merece transcribirse en parte:
• Esperanza de vida: Hace un siglo y medio, la esperanza de vida era de 30 años; hoy vivimos 70 años en promedio y la cifra sigue avanzando.
• Salud: Hemos logrado grandes avances en medicina y erradicación de epidemias. En Wikipedia, conceptos como “viruela” están escritos en pretérito: “La viruela fue una enfermedad infecciosa…”. Lo mismo pasará pronto con el polio, la malaria, la rubéola, etcétera...
• Prosperidad: Hace 200 años, el 85% de la población vivía en extrema pobreza; hoy la cifra es 10%, y la ONU dice que para el 2030 podríamos erradicarla.
• Paz: La guerra entre naciones poderosas se ha vuelto inexistente. Los países desarrollados llevan 70 años sin luchar entre ellos. Las guerras civiles existen, pero son más escazas y menos violentas. Si las cifras de muertes eran de 300 por cada 100,000 habitantes en la Segunda Guerra Mundial, hoy son de 0.2 por cada 100,000.
• Seguridad: Las estadísticas de crímenes violentos se desploman en todo el mundo; y es posible que en 30 años se reduzcan a la mitad de las cifras actuales.
• Libertad: El Índice de Democracia Global se encuentra en su nivel más alto. Actualmente, el 60% de la humanidad vive en sociedades abiertas: el mayor porcentaje en la historia.
• Conocimiento: En 1820, el 17% de la población mundial tenía educación básica; hoy la cifra asciende al 87%, y rápidamente nos acercamos a la cobertura total.
• Derechos Humanos: Gobiernos y ONG han luchado contra el trabajo infantil, el tráfico de personas, la pena de muerte, la violencia contra la mujer... Pronto, estos temas seguirán el camino de los sacrificios humanos, el canibalismo, la esclavitud…
• Igualdad de Género: Las mujeres hoy tienen más educación, mejores ingresos, más control de su reproducción, y más acceso a puestos de poder e influencia.
• Inteligencia. En todo el mundo, cada década se registra un incremento de tres puntos en el IQ de las personas.
Pinker dice que a excepción de la guerra, ninguno de estos indicadores son proclives a estallar como burbujas caóticas: estas categorías son acumulativas y se sustentan entre ellas. Aún así, advierte que no debemos tener esperanza ciega hacia el futuro, pues aún quedan peligros por resolver. No obstante, entre mayor riqueza e igualdad haya en el mundo, más sencillo será limpiar nuestro ecosistema, evitar guerras estúpidas, y lograr educar, sanar y proteger a los ciudadanos.
Debo aceptar que no dejaré de ser un amargado en esta vida, pero reconozco que el señor Pinker tienen un excelente punto: la verdad es que no vamos tan mal como creímos.
Este artículo fue publicado originalmente en Vértigo.